Héroe Retrasado romance Capítulo 427

Huang Fang se dio la vuelta y se sorprendió al ver a un enorme grupo de personas irrumpir en la zona donde estaban para arrebatarles el lugar sin siquiera fijarse en el equipo de Huang Fang.

―¡Esperen! ―Huang Fang corrió hacia ellos en cuanto vio que iban a quitar el equipo de su gente―. ¿Qué están haciendo? Nosotros llegamos primero, así que ustedes deben irse a otro lado.

Aquí, el primero que llegaba tenía la prioridad. A lo largo de la playa había muchas áreas libres pero esa gente insistía en quitarles su lugar. ¿Eso no era excederse un poco?

El líder del otro grupo miró a Huang Fang, le echó un vistazo a la publicidad y se mofó con frialdad:

―Dije que se largaran, así que háganlo. No se busquen problemas. Puedo ver que este es el mejor sitio, así que lo tomaré ―dijo claramente y sonaba algo impaciente.

―¡No estás siendo razonable! Huang Fang se enfadó.

No estaban en Donghai pero aun así no podían dejar que otros se aprovecharan de ellos. Se había preparado desde las cuatro de la mañana y fue el primero en encontrar ese lugar. Ese hombre sólo estaba siendo irrazonable e insistía en quitarle el lugar así como así.

―¡Exacto, no soy razonable! ―Al hombre le cambió la cara―. No digas que no te lo advertí. Piérdete o voy a destrozar tu equipo.

La expresión de Huang Fang cambió y los miembros de su equipo también estaban enojándose. Nunca habían visto a una persona tan altiva. Eran irrazonables, se rehusaban a esperar y querían quitarles su lugar por la fuerza. Ahora incluso amenazaban con dañar su equipo.

―¡No te atrevas!

De inmediato, el personal protegió las cosas. Su misión de hoy era extremadamente importante. Habían escogido la fecha porque querían el mejor clima para sacar la mejor toma. Ahora que habían fijado el lugar y la hora y todo estaba listo, alguien llegaba de la nada y se empecinaba en arrebatarles el lugar y destruir su equipo. Si se atrevían a intentarlo, Huang Fang y su equipo iban a pelearse con ellos.

―Veo que se buscan problemas ― el líder se rio con frialdad y su expresión se volvió muy sombría. Hizo un gesto con la mano y dijo―: ¡Tiren sus cosas al mar! Los dejaré que hagan su sesión bajo el agua.

La gente que estaba detrás del hombre corrió a tomar los aparatos. Huang Fang se puso nervioso.

―¡Protejan las cosas! Si tengo que hacerlo, pelearé contigo ―rugió al abalanzarse.

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