―Joven amo Sun, no es mi culpa ―dijo Guo Sange entre dientes―. Llegué a Bahía Arena Blanca y encontré un buen lugar para conseguir el mejor efecto pero alguien me lo arrebató.
Si Huang Fang hubiera escuchado eso, le habría dado una bofetada porque nunca había visto a alguien que torciera las cosas así. Guo Sange fue quien intentó quedarse el lugar, pero ahora acusaba a Huang Fang.
―¿Alguien te quitó el lugar?
―Exacto. Habíamos montado todo y ya habíamos puesto el equipo y el fondo. Las modelos estaban maquilladas y vestidas, sólo esperaban para comenzar. Al final, un grupo de gente llegó y nos golpeó. ―Guo Sange puso cara de enojo y siguió con tono aún más enfadado―. No pudimos con ellos y ni siquiera nos quedamos con el equipo. ¡Mire mi pierna! Me la rompieron sin más. Les dije que trabajaba para usted pero aun así lo hicieron.
―¿Qué demonios? ―Sun Ling estaba más enojado―. Nadie se atreve a faltarle el respeto a mi familia en Jianzhou.
Si la familia Yang aún estuviera ahí y Yang Xiao aún estuviera viva, Sun Ling no se atrevería a decir algo así. Todos sabían lo aterradora que era la familia Yang. Yang Xiao era una loca y una vez Sun Ling tuvo que esconderse varios meses porque escuchó que ella quería algo con él. Pero ahora que no estaban los Yang, Yang Xiao ni los cinco tigres, la familia Sun era la siguiente gran familia en Jianzhou. Aunque ni siquiera antes de eso alguien se hubiera atrevido a faltarles al respeto. Y ahora alguien se había atrevido a aprovecharse de sus hombres. ¿Acaso creían que era un debilucho?
―¿Quiénes eran? ―exigió Sun Ling.
Este proyecto afectaría la prueba que su familia le había puesto. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera para pasarla y asegurar su posición como el siguiente líder de la familia. Había obtenido 40% del mercado en los dos años últimos años porque había usado varios métodos turbios.
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