Héroe Retrasado romance Capítulo 436

―¿Qué dijo Qingwu? ―Lin Yuzhen llegó caminando mientras bostezaba―. Se veía muy intranquila.

Jiang Ning se rio.

―Nada de qué preocuparse. Ve a dormir si estás cansada.

Después de escuchar eso, Lin Yuzhen se tranquilizó. De verdad que amaba a esta chica despiadada. Nunca hacía preguntas demás, nunca parecía sentirse conflictuada y siempre hacía caso a lo que él decía. Era tan obediente.

―Bueno ―asintió ella obedientemente, se cambió y se acurrucó en la cama. Después de un rato, sacó una mano de la sábana y balbuceó: ―Querido, la cama está tibia y lista.

Jiang Ning no supo qué hacer. De verdad que sabía atraerlo. Se lanzó de inmediato y escuchó la respiración acompasada de Lin Yuzhen. Ya estaba dormida.

―Querida, me tientas a pecar una y otra vez.

Jiang Ning no sabía si reír o llorar. No se atrevió a moverse demasiado para no despertarla, así que tuvo que levantar una esquina de la sábana, meterse y no moverse después de eso.

……

Mientras tanto, Sun Ling acaba de ir a tratarse el dedo. Su rostro se veía particularmente desagradable, como si acabara de comerse una rata. Alguien en el restaurante había dicho que era un hijo al que su padre le estaba dando una lección y por eso se había arrodillado en el suelo. Eso lo puso tan furioso que casi se le retorcieron las tripas.

―Creí que era alguien importante. Pero parece que sólo es un yerno adoptado. ―Sun Ling se rio con frialdad y espetó en tono burlesco―: ¡Vaya vergonzoso pedazo de basura!

―Cuando se trata de lidiar con las personas, confiar en tus puños no es suficiente ―se rio Sun Ling con frialdad―. Si quieres matar a alguien, también tienes que usar la cabeza.

A Guo Sange se le iluminaron los ojos.

―El Grupo Lin quiere entrar al mercado del sureste y han invertido mucho dinero y mano de obra. ―De repente Sun Ling se rio con malicia―. ¿Cómo crees que se sentirían si fallaran y no tuvieran de otra más que irse de la región con la cola entre las patas?

―Estarían furiosos. Desesperados ―respondió Guo Sange.

―¡Así es! ―Sun Ling se rio con frialdad―. Quiero que se enojen. Quiero que desesperen. Quiero que sufran enormes pérdidas. ¿Quieren pelear conmigo? ¡No son nada! Sin el apoyo de la familia Yang, no tienen derecho de meterse en esta región.