La expresión de Sun Ling era muy desagradable. La posición de jefe de la familia estaba casi en sus manos y ahora no sabía cuánto más tendría que esperar. Había invertido tanto tiempo y energía y casi estaba ahí. ¿Y al final? Jiang Ning había arruinado sus planes. Sin embargo, Sun Qi estaba tan furioso que no tenía sentido explicarlo. Toda defensa de parte de quien había fracasado sólo parecería una excusa y haría que su padre estuviera más decepcionado. De cualquier modo, tarde o temprano sería el líder de la familia. No obstante, Sun Ling seguía molesto porque le habían dado una dolorosa bofetada. Incluso si su padre le otorgaba esa posición, no se atrevería a tomarla. Se reirían de él. El jefe de la familia Sun transmitió una película obscena en un espacio público. Sería una mancha en su reputación que jamás podría limpiar.
―¿Por qué sigues ahí parado? Ve y piensa en lo que hiciste. ―Sun Qi volvió a gritarle cuando se dio cuenta de que seguía fantaseando frente a él. ―Ni siquiera pudiste con esta prueba, qué vergüenza.
Sun Qi resopló y se fue. Sun Ling no dijo nada. Su expresión se ensombreció. Volvió a su cuarto y azotó la puerta.
―Jiang Ning, Lin Yuzhen, voy a hacer que paguen por esto.
Nadie se habría atrevido a avergonzarlo de esa forma. Ni siquiera Yang Luolin en aquel entonces.
Llamó a Guo Sange:
―¿Ya preparaste todo? Recuerda agrandar el asunto lo más que puedas. Quiero que la reputación de Lin Yuzhen y el Grupo Lin se vayan por el caño.
Después de colgar, lanzó el teléfono a un lado y comenzó a pensar qué más podía hacer. Lo que quería no era sólo destruir el nuevo producto. Quería pisotear al Grupo Lin y quería que Lin Yuzhen y Jiang Ning sufrieran por haberle hecho eso. ¿Acaso creen que podían irse de Jianzhou en paz después de ofenderlo? ¡Que sigan soñando!
En ese mismo momento.
El Grupo Lin había llegado a su momento más tenso y atareado. Los pedidos no paraban de llegar y los canales de venta en línea y en físico estaban atascados. Incluso había otras compañías que les pedían asociarse con ellas para lanzar nuevos productos. Muchas eran de ciudades más lejanas que Jianzhou. La noticias se había difundido demasiado rápido. Lin Yuzhen estaba ahogada en el trabajo.
―Así es, seguiremos según lo planeado- Recuerda, sigue el procedimiento y no te pongas ansioso. No importa lo que pase, la calidad es lo más importante.
Lin Yuzhen había puesto énfasis en eso muchas veces. Preferiría perder que ganar dinero a base de engaños. Se volvió para ver que Jiang Ning disfrutaba de lo lindo. Era quien estaba más relajado de todos. Lin Yuzhen no estaba molesta. De hecho, estaba bastante orgullosa de sí misma ahora. «¡Hum! Puedo ganar lo suficiente para alimentarte. No voy a dejar que otras mujeres te arrebaten de mi lado».
―Querida, pelé unas uvas para ti, ¿quieres?
Jiang Ning levantó la mirada y se la encontró viéndolo. Sin embargo, la manera en que lo miraba era diferente y no sabía en qué estaba pensando esta muchacha. Levantó el plato que estaba lleno de uvas peladas.
―Querido, qué lindo eres conmigo.
Lin Yuzhen se acercó con rapidez y le brillaron los ojos. Jiang Ning no se había comido las uvas solo. De hecho, había pelado muchas para ella.
―¿Están dulces?
―Sí, lo están.
―No te creo.
―Puedes probar.
―Muaaaa…
―¡Me refería a las uvas!
……
El nuevo producto del Grupo Lin llegó a las tiendas a tiempo. Los muchos grandes minoristas habían realizado los preparativos con anticipación para asegurarse de que tuvieran suficientes unidades y trabajadores de medio tiempo porque temían que la multitud sería demasiado para que el personal regular lidiara con eso. Pero incluso así, las filas afuera de las tiendas impresionaron a algunos de los comerciantes.
―¡Hay muchísima gente! Es una locura.
No sólo era en Jianzhou. Estaban vendiendo el producto en toda la región sureste al mismo tiempo y el primer día de ventas ya había superado las expectativas de Lin Yuzhen. Los minoristas seguían intentando conseguir más reservas porque no querían perderse la fiebre de compras. El comercial de Ye Qingwu siguió pasando en todas partes y los consumidores siguieron corriendo la voz sobre el producto, así que la demanda se mantuvo muy alta. Hubo varias tiendas que ya se habían quedado sin inventario y pidieron más, pero el Grupo Lin de verdad no tenía.
La fábrica hacía su mejor esfuerzo para estar a la par de la demanda pero era imposible porque el producto era demasiado popular. Era una señal de que vendrían cosas buenas.
Sun Ling observaba inexpresivo mientras los noticieros seguían reportando lo bien que se vendía el nuevo producto. Era como si no sintiera nada y sólo mirara al vacío. De repente, comenzó a reírse. Su risa era siniestra, tenía un toque de locura y parecía estar dirigida a ellos.
―Lin Yuzhen, Jiang Ning, deben estar muy felices, ¿verdad? Deben creer que su posición en esta zona es estable, ¿no es cierto? ―Sun Ling se rio con frialdad―. Si no los llevo hasta arriba, no sabrán lo doloroso que es caer hasta el fondo.
El nuevo producto del Grupo Lin estaba en la cima de su popularidad, así que si había malos comentarios, circularían muy rápidamente.
Sun Ling hizo una llamada. Su tono era grave y siniestro.
―Háganlo ahora.
Después de colgar, comenzó a reírse como un maniaco.
Al día siguiente. Afuera de una de las tiendas.
¡PAM!
La gente había fila a un lado de la tienda cuando de repente alguien abrió la puerta de una patada. El estruendo hizo que algunas muchachas en la fila chillaran.
―¡AAH! ¡Los productos de esta tienda tienen un problema!

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