Mientras tanto en Shenghai, Star Entertainment.
A Ye Qingwu se le ordenó ver al jefe en el momento en que aterrizó en Shenghai. En cuanto entró a la oficina, fue regañada de manera consecutiva durante tres horas enteras y no hubo pausas en absoluto.
—¿Qué tonterías son esas? De verdad, son tonterías. ¿Quién te crees que eres ahora? ¿Todavía crees que eres una chica normal en la calle? Ye Qingwu, Ye Qingwu. ¿Sabes cuánto ha gastado la empresa en prepararte? ¿Así le pagas a la empresa? ¿Sabes hacer algo además de crear problemas?
Ye Qingwu no dijo nada mientras su jefe, Bai Xiaofei, seguía caminando de un lado a otro, gritándole. Como jefe de Star Entertainment, no había sido fácil para Bai Xiaofei encontrar a alguien como Ye Qingwu, que podía generar mucho dinero para él, por lo que gastó mucho en prepararla y presentarla. Por fin era hora de cosechar sus frutos y ella seguía trayéndole nuevos problemas. Casi tuvo que desterrarla como consecuencia.
—Hace poco ofendiste a la familia Su. ¿No sabes la importancia de la familia Su en Shenghai? —Bai Xiaofei se quejó—. Podrían haberte arrojado a la calle, ¡podrían haberte sacado de la industria del entretenimiento!
—Si no hubiese ido a buscar a Su Bowen, el jefe de la familia, ¿crees que seguirías aquí en este momento?
Ye Qingwu permaneció en silencio. Wang Wei ya no podía contenerse más. La familia Su ya no fue un problema para Ye Qingwu, no porque Bai Xiaofei había visitado a Su Bowen y le había pedido ayuda, sino gracias a Jiang Ning. No fue gracias a los esfuerzos de Bai Xiaofei en absoluto.
—Jefe…
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