Héroe Retrasado romance Capítulo 501

¿Qué era esa Leyenda de Shengcheng? Su Gang y su esposa se quedaron atónitos. ¿Desde cuándo Su Yun tenía ese apodo? Esa niña de verdad que no tenía modales y ahora estaba hablando de cosas sin sentido.

—Saludo a la leyenda de Shengcheng. —Pero el hermano Gou también juntó sus manos en respuesta y la saludó con una voz igualmente solemne.

Su Yun esbozó una sonrisa mientras subía al coche con alegría. Sólo Su Gang y su esposa no tenían ni idea de lo que estaba pasando. ¿Desde cuándo esa chica tonta se había convertido en una leyenda? ¿Y supuestamente de Shengcheng? Los demás se reirían si la oyeran. En verdad no sabían que el nombre de Su Yun era uno que nadie en el círculo ilegal de Shengcheng se atrevía a ofender, y que debía ser tratado como una invitada de honor por cualquiera que mantuviera el orden en cada distrito.

Los dos subieron al coche con precaución, eran mucho más cuidadosos en comparación con Su Yun, y en verdad temían dañar los asientos de cuero genuino del coche.

Al mismo tiempo, en el bungaló de la familia Lin, Su Mei se había levantado temprano por la mañana para ir a hacer las compras, salió lo más silenciosamente posible porque temía despertar a Jiang Ning. Cuando pensó en lo cansado que se veía la noche anterior, se sintió muy mal por su yerno y decidió prepararle una sopa nutritiva ya que estaba en casa para que se sintiera más descansado.

En el dormitorio de arriba, Jiang Ning ya estaba despierto y miraba con cariño a Lin Yuzhen, quien seguía durmiendo mientras sus labios se movían un poco. Parecía sentir que alguien la estaba mirando, así que Lin Yuzhen abrió despacio los ojos, sus largas pestañas eran como un limpiaparabrisas que hacía que sus ojos somnolientos vieran con más claridad.

—¿Qué hora es? —preguntó mientras bostezaba.

—Es lo bastante tarde como para que entre el sol. —Jiang Ning señaló a los rayos del sol que entraban a través de la ventana y que se posaban sobre la cama—. Seguro que ya están aquí.

Lin Yuzhen hizo una mueca cuando escuchó eso, todavía estaba molesta porque Jiang Ning no se había puesto de su lado la noche anterior.

—Ya sabes cómo es mi tía —Lin Yuzhen se quejó—. No hace nada sin motivo, trae a mi abuela, así que de seguro está tramando algo. Mi madre estaba en una situación más difícil cuando eso ocurría.

—Los bungalós de aquí son muy caros, cada uno cuesta al menos 10 millones.

Xu Ming respiró hondo, había revisado los precios en Internet. Los precios de las propiedades en Donghai nunca subían, pero este tipo de bungalós era un símbolo de estatus, así que no había manera de que el precio fuera barato.

—¿Al menos diez millones? La familia de Su Mei ahora es asquerosamente rica.

De haber sabido que toda la finca había sido adquirida por Jiang Ning, se habría quedado demasiado sorprendida como para hablar. Su Hong jadeó y pensó para sí misma: «Podríamos comprar una en unos años, una vez que mi hijo se convierta en vicepresidente».