Jiang Ning siguió tranquilo y entrecerró un poco los ojos mientras veía a los hombres que llegaron para apoyar a Gao Cheng.
―¿Quieren golpearme?
―¡Vayan!
Gao Cheng no perdió tiempo hablando. El pez gordo venía en camino y no quería meterse en problemas en caso de que viera esa escena.
―¡Sáquenlos de aquí!
¡Fush! ¡Fush! ¡Fush!
Se lanzaron con expresión feroz. Uno de ellos incluso se estiró para tomar a Lin Yuzhen y a Su Yun.
¡PAM! ¡PAM! ¡PAM!
En un abrir y cerrar de ojos, todos los hombres salieron volando como si fueran simples sacos de arena. Se desplomaron en el suelo y no podían moverse.
―Vaya que eres atrevido. Gao Cheng estaba furioso.
¿Jiang Ning realmente se había defendido? ¿Acaso tenía un deseo de morir? Esta era una cena organizada por la familia Gao pero ahora Jiang Ning estaba desafiándolos y parecía tratar a Gao Cheng como si fuera invisible. Si no lograba resolver este asunto como era debido frente a tantas personas, ¿cómo iba a mantener la frente en algo en el círculo ilegal de Shenghai?
Gao Yali se acercó rápidamente y quiso saludar a Jiang Ning con una reverencia, pero recordó que él no quería exponer su verdadera identidad y ella prefirió no agravar la situación porque había mucha gente mirando.
―¿Qué está pasando? ―Fulminó con la mirada a Gao Cheng y le gritó con ferocidad―: ¿Dónde crees que estás? ¿Acaso crees que te puedes comportar así en este lugar?
Gao Yali no se atrevía a gritarle a Jiang Ning. Además, esto sin duda había sido culpa de Gao Cheng. Nadie se atrevía a hablar ahora que los hermanos Gao estaban ahí. Hasta donde sabían, Gao Bin había sido quien acabó con todos los habilidosos peleadores de las familias Zuo y Su, y ahora lo consideraban una leyenda. Jiang Ning estaba condenado, de eso sí estaban seguros.
―Hermana, hermano, este tipo vino a dar problemas y golpeó dos veces al joven amo Qin, así que voy a echarlo. ―Gao Cheng sonrió con frialdad mientras se quejaba con Gao Yali y miraba a Jiang Ning con expresión engreída―. No tiene respeto por la familia Gao y hasta me preguntó si realmente éramos tan grandiosos. ―Ya que los hermanos estaban ahí, en su rostro no había nada más que desprecio y burla. Declaró en voz alta―: Te lo digo ahora, la familia Gao sí es tan grandiosa.
Jiang Ning seguía inexpresivo. Por otro lado, los hermanos sintieron que se les salía el alma del cuerpo. Casi se desmayaron a causa de la forma de hablar de Gao Cheng. ¿La familia Gao era grandiosa? Frente a Jiang Ning, la familia Gao no era nada.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Héroe Retrasado