Héroe Retrasado romance Capítulo 565

—¡Está bien! —Song Cheng estaba molesto porque no había ningún lugar para desahogar su ira. Declaró con frialdad—. Es sólo una agencia de entretenimiento y una pequeña corporación, ¡hay que llevárnoslos! ¡Los acabamos y nos vamos!

Quería decirle a la familia Gao que se estaba yendo por el momento, pero que volvería. Así que iba a acabar con algunos tipos insignificantes para demostrarles que no tenía miedo a los problemas.

Qin Kangsen abrió la boca para decir algo, pero Sun Linlin lo miró con tanta fuerza que no se atrevió a decir nada. ¡Las mujeres bonitas eran un problema!

—¡Ve a Star Entertainment ahora! ¡Les daremos una lección primero!

Song Cheng y Sun Linlin llevaron a Qin Kangsen y dos guardaespaldas directo a Star Entertainment.

Mientras.

Lin Yuzhen todavía estaba acurrucada en los brazos de Jiang Ning, pero ya estaba despierta. Su pequeño rostro estaba un poco rojo y se veía más adorable que de costumbre.

—Dormí tan bien —dijo Lin Yuzhen mientras continuaba abrazando a Jiang Ning. La temperatura en sus brazos era tan agradable—. Qingwu graba una nueva canción hoy, quiero ir.

—Entonces sal de la cama, flojita —dijo Jiang Ning con una sonrisa.

Se puso de pie, pero Lin Yuzhen se negó a dejarlo ir. Continuó colgada del cuello de Jiang Ning como un perezoso.

—¡Ji, ji, llévame al armario!

En Star Entertainment.

Ye Qingwu tuvo una buena noche de descanso y se despertó temprano a la mañana siguiente. Fue al gimnasio, luego se dirigió a la oficina para grabar una nueva canción.

Su popularidad estaba en su apogeo, por lo que era un buen momento para lanzar una nueva canción.

Ya se lo había contado a Lin Yuzhen, por lo que iba a ver el proceso de grabación e incluso a cantar un par de líneas.

Ye Qingwu recibió la llamada de Lin Yuzhen y bajó las escaleras para esperarla. Vio el coche de Jiang Ning entrar desde lejos y empezó a saludar.

El coche se detuvo y Jiang Ning abrió la puerta para dejar que Lin Yuzhen y Su Yun se bajaran.

Jiang Ning ni siquiera tenía alguna expresión en su rostro y sus manos todavía estaban dentro de sus bolsillos. No tenía la intención de eliminarlos en absoluto.

—¿Tratan de romper las extremidades de mi gran jefe?

Un resoplido frío vino detrás de Song Cheng y sus hombres. Todo el cuerpo de Qin Kangsen comenzó a temblar con violencia cuando escuchó esa voz.

El hermano Gou y los otros hombres habían estado observando a Song Cheng para ver qué más estaban haciendo.

—¡Buenos días, gran jefe! ¡Buenos días, jefa Yuzhen! —el hermano Gou fue al frente para saludarlos a los dos con educación.

Los otros lobos también pasaron al frente y gritaron al unísono:

—¡Buenos días, gran jefe! ¡Buenos días, jefa Yuzhen!

El rostro de Qin Kangsen se quedó sin color.