Las palabras de Jiang Ning fueron tan dominantes que los hizo sentir todavía más determinados. Si no se alentaban y trabajaban duro podrían arrastrar a Huang Yuming con ellos.
-Reúnanse mañana en la fábrica del Grupo Lin que está en el campo -terminó de hablar y se marchó a la oficina de Lin Yuzhen.
Estaba tan ocupada que apenas podía respirar, cuando notó que Jiang Ning solo estaba sentado tomando té tan tranquilo le preguntó:
—¿Por qué siento como que estoy trabajando para ti ahora?
Jiang Ning rio.
—Nada de eso, este es un negocio compartido entre esposos.
Lin Yuzhen le respondió no muy amable: -Esos guardias de seguridad ya son bastante sobresalientes y ¿aun así los quieres entrenar?
—¿Sobresalientes? —se burló—. Nuestra seguridad tiene que ser la mejor del mundo. La palabra «sobresaliente» no es suficiente.
Ellos se convertirían en la fuerza principal de los Lin. Jiang Ning ya tenía planes de lo lejos que llegarían los Lin en el futuro. Por lo menos tenían que superar a los Jiang de Jingdu.
Jiang Ning le iba a hacer saber a ese viejo que crear un clan rico y poderoso no era un reto para él. Notó que Lin Yuzhen estaba moviendo el cuello y se veía terriblemente fatigada, se levantó y la tomó de la mano.
-¿A dónde vamos? -protestó-. Todavía tengo mucho trabajo por terminar.
-Es hora de comer, vayamos al restaurante Golden Jade.
Los humanos eran fuertes, pero aun así necesitaban comida para sobrevivir y no la iba a dejar morir de hambre.
En ese momento, en el restauran! Golden Jade. Lin Feng llevó algunos invitados importantes para comer.
-El restaurante Golden Jade es famoso en Donghai, así que pienso que les gustará. —Lin Feng sonrió y dijo—: Conseguiré la mejor sala privada, por acá por favor.
Había unos cuantos hombres jóvenes de su misma edad parados frente a Lin Feng, juzgando por su vestimenta y apariencia, eran obviamente extremadamente ricos y de alta alcurnia. Los había atendido en los últimos días y los había paseado por todo Donghai para divertirse y comer bien, hoy escogió llevarlos a ese famoso restaurante.
-Me llamo Lin Feng, dame tu mejor sala privada. -Caminó justo enfrente y sacó una tarjeta mientras decía con arrogancia-: El dinero no es problema.
-¿Lin Feng? ¿El Lin Feng del viejo Grupo Lin? -le preguntó la mesera.
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