Héroe Retrasado romance Capítulo 633

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Las expresiones de los ocho Grandes Maestros cambiaron un poco. Tan Xing parecía haber adivinado lo que pasaba por sus cabezas y no eran capaces de responderle.

—No crean que no lo sé. Cada uno de sus linajes tiene estrechas conexiones con esas poderosas familias del norte. Tan Feng merecía morir, ¿y creen que todos ustedes no merecen morir también?

Las palabras de Tan Xing hicieron que temblaran de miedo. No esperaban que él supiera todo eso. «¿Pero no había venido a matar a Jiang Ning? ¿Por qué se comporta ahora como una persona diferente por completo?».

—Recojan sus cosas y vuelvan conmigo. Si no, no regresen nunca más.

Tan Xing se burló y no dijo nada más. Se dio la vuelta y se fue.

Sabía que, si estos hombres iban a matar a Jiang Ning esta noche, ninguno de ellos volvería con vida. Incluso si los ocho se unieran, no serían rivales para él. Jiang Ning había matado a cuatro Grandes Maestros en Shenghai y probablemente no había utilizado ningún truco. Había luchado contra ellos con la habilidad que tenía.

Tan Xing ya no dudaría de él. Se marchó esa misma noche. Los otros Grandes Maestros no se atrevieron a llevarle la contraria, así que se fueron con él.

En ese momento.

En la casa de los Lin.

Jiang Ning se frotaba la barriga mientras estaba tumbado en el sofá. Del pescado asado que había en la mesa solo quedaban las espinas.

—¡¿No tiene miedo de engordar?!

Lin Yuzhen estaba muy molesta. Cuatro quintas partes del pescado estaban ahora en el estómago de Jiang Ning y antes de que él llegara a comer, ¡Su Mei ni siquiera la había dejado tocar los cubiertos!

—Tengo miedo de que engordes —dijo Jiang Ning muy serio—. Así que me he comido tu parte por ti. Cariño, mira lo amable que soy contigo.

—¡¡Humm!! —Lin Yuzhen puso los ojos en blanco y empezó a molestarse. Se dirigió a Su Mei y le dijo—: ¡¡MAMÁ!! ¿Ha oído lo que ha dicho Jiang Ning?

—Él tiene razón —asintió, por el contrario, Su Mei mientras colocaba la fruta recién lavada delante de Jiang Ning—. No comas tanto, no te ves bien si estás demasiado gorda. Con Jiang Ning cerca para controlar tu dieta, no tengo de qué preocuparme.

Lin Yuzhen se quedó boquiabierta. ¿Era en verdad su propia madre? Miró fijo a Jiang Ning, luego a Su Mei y se mordió los labios con suavidad.

—¡Puede seguir adelante y ponerse del lado de su precioso hijo! Su nuera se va a ir de casa ahora.

Hizo como si subiera a empacar sus cosas y se fuera de casa, pero nadie la detuvo en absoluto. Tenía muchas ganas de llorar. En secreto, abrió un poco la puerta para mirar lo que ocurría abajo y se encontró con que Su Mei estaba preguntando a Jiang Ning qué quería comer en los próximos días.

—Qingwu, me siento como si me hubieran recogido en un basurero... —dijo Lin Yuzhen con tristeza mientras hablaba por teléfono.

Debió ser un frío día de invierno y la nieve era intensa. Su Mei debió verla llorando de manera miserable en el contenedor cuando sacó la basura y la llevó a casa por la bondad de su corazón. Jiang Ning era realmente el hijo biológico de Su Mei, no ella.

Lin Yuzhen sintió que este sueño era muy real. «¿Quién puede ser tan parcial con un yerno y despreciar a su propia hija?».