—Es demasiado tarde —dijo Jiang Ning—. No todo el mundo merece una oportunidad solo porque haya admitido su error.
Señaló a Li Dong que estaba sentado al otro lado.
—¿Crees que no tendrá cicatrices después de todas las heridas que le infligiste? Ya lo he dicho antes, ¡quien se atreva a perjudicar a los miembros del Grupo Lin recibirá su merecido cien veces o incluso mil veces peor!
Xu Yi se estremeció al ver, por primera vez, a alguien tan protector con sus empleados. Li Dong era solo un trabajador ordinario. Incluso los directores de alto rango eran solo trabajadores. Entonces, ¿por qué Jiang Ning se comportaba así? Xu Yi no podía entenderlo.
Jiang Ning tampoco necesitaba que él lo entendiera.
»Tianbei es un importante puente hacia el norte. ¿A quién más le interesa el Grupo Lin? —preguntó Jiang Ning sin rodeos.
—¿Me soltará si le respondo? —Xu Yi respiró profundamente y exhaló despacio. El dolor hacía castañetear sus dientes y todo su cuerpo temblaba.
—No tienes derecho a negociar conmigo —respondió Jiang Ning con voz fría—. Aunque no me lo digas, tengo un millón de maneras de averiguarlo.
Hasta el alma de Xu Yi había comenzado a temblar. Se sentía como si hubiera caído en la mano de un demonio. Jiang Ning... era, sin dudas, demasiado aterrador. Si el Grupo Lin tenía a alguien así, no sería difícil para ellos entrar al norte. Sin embargo, se enfrentaban al Grupo Linglong, ¡la familia más poderosa, los Long!
Jiang Ning tendría que pagar el precio de su arrogancia tarde o temprano.
—¡Usted... es demasiado atrevido! —Los ojos de Xu Yi estaban bien abiertos mientras gritaba—: ¡Hay peligros por todas partes en el norte y no es tan sencillo como cree! ¡Si me hace algo, se arrepentirá! ¡Definitivamente se arrepentirá!
Él conocía las reglas. Si se quedaba callado podría seguir vivo, pero una vez que dijera todo lo que sabía, ya no valdría la pena mantenerlo con vida y Jiang Ning no dudaría en matarlo.
Xu Yi quería seguir e intentar negociar con Jiang Ning, pero a él se le había agotado la paciencia. Agitó sus manos e indicó:
—Échalo.
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