¿Hacer que Jiang Ning se arrodille? El Hermano Gou lo idolatraba; Jiang Ning era como un dios para él y prefería morir que aceptar esa demanda.
—¡Ustedes mismos se lo buscaron! —El Hermano Gou los miró ferozmente. Rugió tan fuerte que la taza de té de la mesa se movió con brusquedad y al instante se lanzó sobre Wu Fan y el resto...
¡Bum, bum, bum!
...
Unos cuantos puñetazos más tarde, más hombres yacían en el suelo noqueados y con las extremidades rotas. Wu Fan y Zhou Fang eran los únicos que estaban en pie y estaban tan asustados que empezaron a chillar. Por mucho que Wu Fan intentara permanecer calmado, su rostro estaba blanco como un papel e inclusive su respiración se había acelerado. Él y Zhou Fang habían traído a sus hombres para crear problemas a Song Xiaoyu; pero ahora todos sus hombres estaban inconscientes en el suelo y ellos ni siquiera podían defenderse.
«¿Desde cuándo una persona tan poderosa trabaja para la Familia Song? ¿Acaso su luchador de nivel Gran Maestro no había muerto en Shenghai?». Lo más impactante fue que Jiang Ning estaba sentado mientras Song Xiaoyu estaba de pie. ¿Y Jiang Ning dijo que la Familia Song estaba bajo su protección?
—Entonces, ¿quién era el que quería romper las piernas del Gran Jefe? —gritó el Hermano Gou enfadado. Su voz retumbó como un trueno y Wu Fan y Zhou Fang sintieron que iban a morir del susto.
—Tú... —Zhou Fang quería decir algo, pero en realidad no sabía qué debía decir o qué más podía decir.
Todos los hombres que había traído eran luchadores muy hábiles del núcleo de la Familia Zhou. Entonces, ¿cómo... cómo pudieron ser derrotados con tanta facilidad?
—¡Pregunté quién fue el que dijo que quería romperle las piernas a mi Gran Jefe! —La voz del Hermano Gou se hizo aún más fuerte.
El frío aire asesino hizo que Zhou Fang se estremeciera y sus piernas se pusieran como gelatina.
¡Smac! Acabó arrodillado en el suelo e incluso se sorprendió a sí mismo porque había caído de rodillas. Quería que Song Xiaoyu se arrodillara y pidiera disculpas, pero acabó arrodillándose él primero. Zhou Fang luchó y trató de ponerse de pie de nuevo, pero el Hermano Gou apareció de repente frente a él, miró a Zhou Fang y con un tono de frialdad dijo:

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