-Lin Wen, eres increíble. Tienes un yerno muy impresionante, con razón te has vuelto tan atrevido, —rio Lin Wu con frialdad—. ¿Que a papá no le pasó esto por tu culpa y no fuiste tú quien destruyó a los Lin? Te creo. ¡Claro que te creo!
Luego le lanzó una dura mirada a Jiang Ning. El impulso asesino en sus ojos no disminuyó, sino que creció.
Después de mirarlo por unos segundos, apretó los dientes y salió brincando en un pie.
Jiang Ning fue a ayudar a Lin Wen a sentarse de nuevo en la silla de ruedas. Su Mei y Lin Yuzhen fueron al cuarto por el botiquín de primeros auxilios y trataron las heridas de Lin Wen. Su Mei estaba a punto de llorar por el dolor que sentía en su corazón.
-¡Tonto! ¿Crees que te dejará ir sólo porque tú lo dejaste ir? Desde que eran niños, ellos dos se portaban como hermanos de verdad, ¿pero tú? Los dos se aliaban para molestarte, ¿qué no lo sabes? Te dejó tan mal pero de todos modos tú...
Conforme hablaba Su Mei se puso más y más molesta, incluso se enojó un poco. Por supuesto, tampoco quería que Jlang Ning matara a nadie. No estaba dispuesta a permitir que Jiang Ning arruinara su vida por un bribón como Lin Wu. Lin Wen no dijo nada y sólo sacudió la cabeza. Los ojos de Lin Yuzhen estaban enrojecidos y estaba igual de molesta. Cuando vio que Su Mei reprendió a Lin Wen, no quiso decir nada. Se levantó y caminó hacia Jiang Ning. Sintió la necesidad de llorar.
-¿Por qué todos quieren aprovecharse de nosotros? Lin Yuzhen miró a Jiang Ning.
-Porque no son lo suficientemente poderosos -respondió él con voz tranquila-. Un día, cuando lo sean, nadie se atreverá a molestarlos más.
-Entonces, ¿cuándo me volveré poderosa? -Lin preguntó con mucha seriedad.
Jiang Ning estiró el brazo para tocarle la nariz con suavidad.
—Pronto.
Sabía que esta familia era demasiado bondadosa. No importaba que fuera Lin Wen, Lin Yuzhen o incluso Su Mei quien odiara a la familia Lin hasta los huesos. Ninguno estaba dispuesto a dejarlo matar a Lin Wu. No pensaban en Lin Wu. Pensaban en él. Sin embargo, no sabían que Jiang Ning tenía la autoridad de decidir si esas sabandijas morían o vivían.
Lin Wen le había dicho que dejara ir a Lin Wu, pero Jiang Ning sabía que tenían que romper todo lazo con la familia Lin. De ahora en Adelante, Lin Yuzhen y su familia no tratarían con amabilidad a los Lin.
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