-No es nada. Pero debería decirle al Gran Jefe lo que me dijo hace rato, eso tendría más sentido-. Huang Yuming sonrió y encendió un cigarrillo para Jiang Ning-. Yo sólo soy un subordinado y no puedo tomar decisiones.
La expresión del hombre de Wang Gao cambió al instante. Reconoció a Jiang Ning como el hombre que había incapacitado al amo Han y el experto en muay thai aquel día en la pelea de box. Sólo había dado un puñetazo. ¿Él era el jefe de Huang Yuming? ¿Qué estaba sucediendo?
-Suéltalo. ¿Qué es? -Jiang Ning lo miró-. Te doy un minuto.
—No me importa quién sea. Tiene un día para decidir si va a seguir a mi jefe Wang Gao. Si no... -Su expresión adquirió frialdad-. Se enfrentará a las consecuencias.
-Claro, lo entiendo. -Jiang Ning asintió.
Miró a Huang Yuming y este entendió de inmediato.
Varios hombres corrieron y sujetaron al hombre de Wang
Gao contra el suelo.
-¿Qué intentan?
-Quien obedezca se beneficiará y quien no, morirá, ¿verdad? ¿No se da cuenta de nuestra decisión?
-respondió Huang Yuming con voz fría.
Luego, se lo llevaron.
—Xu Rong ya enfrentó su final, y otros que tampoco aceptaron también. Wang Gao está muy confiado y siente que está en la cima. Quiere controlar todo el círculo ilegal de Donghai.
Jiang Ning no dijo nada al respecto. Preguntó con calma:
-¿Cuántos han pasado?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Héroe Retrasado