¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 70

"Así que, ahora necesito un poco de apoyo económico para calmar mi espíritu angustiado, no por mí, sino por los niños que llevo en mi vientre. Si estoy bien, ellos estarán bien". Dijo eso, levantando la mano para acariciar su frente, suspirando profundamente: "¿Cómo puedo aliviar mi preocupación? ¡Solo con dinero!".

Filemón se quedó en silencio, en su corazón se mezcló la risa y el enojo. ¿Qué clase de mujer era esa? ¿Acaso una actriz dramática graduada de una escuela de arte? Se levantó de su sillón, caminó hasta el sofá, desde su posición miró hacia abajo con desprecio, sin ocultar el menosprecio en sus ojos: "Puedo darte dinero, pero el niño no es una herramienta para aumentar tus apuestas. Si te atreves a usarlos de nuevo, revocaré tu tarjeta de inmediato, ¡no recibirás ni un centavo!".

Su tono era extremadamente frío, como un frío de la antártica que inundaba la oficina, haciendo que la temperatura bajara por debajo de cero. Abril tembló y se encogió instintivamente.

"El niño es mío también, yo... ¿cómo podría usarlos? Solo estaba diciendo la verdad".

Filemón esbozó una sonrisa fría: "Es mejor que hereden lo menos posible de tus genes".

Esa declaración era extremadamente hiriente e insultante. Abril sintió como si su corazón hubiera sido golpeado con fuerza. ¿Lo que más deseaba era cambiar la madre de sus hijos? Estuvo a punto de saltar y expresar todas sus frustraciones, pero al final, se contuvo. Incluso si lo decía, él solo tomaría partido por Fiona, quizás hasta la elogiaría por su inteligencia emocional y habilidades sociales, diciendo que era más adecuada que ella para ser la directora.

"Espero que consigas lo que deseas, que los niños sean como tú, no como yo".

"¡Ojalá sea así!", Filemón respondió fríamente, volvió a su sillón sin prestarle más atención, como si cada mirada adicional fuera a contaminar su vista.

Ella permaneció en su lugar por un momento, luego se levantó y salió. No importaba cuánto la despreciara, ya estaba acostumbrada y no quería pelear, pero no cedería en lo que debía ser suyo.

...

Después del trabajo, fue al aeropuerto para recoger a su hermano.

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