La Caída y el Rescate del Amor romance Capítulo 186

Al mismo tiempo, una voz fría llegó desde la entrada del banquete:

"¿Quién la detendrá?"

El corazón de Selena de repente empezó a latir con fuerza, esa voz era...

¡Él había vuelto!

Pero, ¿no estaba de viaje en el País A?

Dijo que estaría en el País A al menos una semana y solo habían pasado unos días.

Se encontró a sí misma pensando que tal vez había escuchado mal, pero no podía evitar tener esperanzas.

Finalmente, no pudo resistirse y dio un par de pasos hacia la entrada y efectivamente vio al hombre al que no había visto en seis días caminando hacia ella.

Llevaba un traje negro impecable, era alto y recto, con un rostro guapo, se veía noble, incluso el cuello blanco de su camisa desprendía un aire indescriptible de distinción.

El hombre parecía haberla visto también, una ligera sonrisa apareció en su rostro sereno y profundo, lo que hizo que los ojos de Selena se calentaran un poco y se emocionara aún más.

¡Realmente era él!

José, que caminaba al lado de David, se sentía muy incómodo.

Además de estar casi abrumado por el intenso amor de los dos, se sentía extremadamente avergonzado.

¿Acaso él no existía?

Él estaba justo al lado del señor.

Selena, ¿no podía compartir un poco de tu atención con alguien más?

Todos quedaron asombrados por el impulso de las decenas de guardaespaldas que entraron de repente.

Sin tiempo para reaccionar, los cuatro grandes guardaespaldas ya estaban en el suelo.

Incluso quienes no sabían sobre peleas podían ver que los movimientos y posturas de los atacantes eran el resultado de un entrenamiento especial.

El beso fue breve pero lleno de emoción.

David soltó a Selena y la miró con una sonrisa.

Selena finalmente recuperó sus sentidos, acariciando suavemente sus labios que acababan de ser besados, todavía sintiendo el tacto del hombre.

"¿Por qué de repente...?"

La voz de David estaba llena de alegría profunda, sonando profunda y cálida.

"Cuando levantaste la cabeza para verme, parecía que estabas pidiendo un beso."

Las orejas de Selena se pusieron rojas. "¿Qué estás diciendo? ¡No lo hice!"

David de repente se acercó a ella de nuevo, sus ojos oscuros llenos de un brillo juguetón.

"¿Estás segura?"