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La Doctora Maravilla romance Capítulo 106

—¡Muy Bien!¡Así se hace, Adrián! —gritaron algunas personas en el pasillo.

No había duda de que eran buenos amigos de Adrián. Sin embargo, eso dio paso a más aclamaciones por parte de los invitados.

—¡Qué suerte tienes, Adrián! ¡Lo lograste en tu primer intento!

—¡Eres increíble, Adrián!

Adrián se sentía muy satisfecho. Se agachó y abrazó a los trillizos. Los niños se estremecieron, pero Adrián los abrazó aún con más fuerza.

Alana se acercó con elegancia a Timoteo y lo agarró con cariño de los hombros.

—¡Buenas noches a todos! Soy Alana Lara. Yo di a luz al hijo de Abel, Timoteo Rivera. ¡Seguiré teniendo hijos para él también! ¡Este ya tiene dos meses!

Sonrió con alegría mientras se frotaba el estómago.

—¡Vaya, es la futura heredera del Grupo Rivera!

—La Señorita Lara será la futura esposa de Abel. ¡Estoy tan celosa!

Las invitadas soltaron un grito de sorpresa. Admiraban y envidiaban a Alana. La mujer se sintió muy gratificada. Se sentía como si ya fuera la matriarca de la Familia Rivera.

Los siguientes fueron Emma y Abel. Se observaron, preguntándose qué debían hacer.

—¡Emma! —Alguien en la multitud gritó—: Eres la madre de los hijos de Adrián, ¿verdad? ¿Por qué sigues dudando?

—Los niños son tuyos, ¿verdad? ¡Admítelo!

Alana tomó la mano de Emma.

—Acércate, ¿quieres? ¡Los niños están esperando!

—¡Mami! ¡Quiero irme! —gritó Sol.

Sabía que a su madre no le agradaba Adrián. A él tampoco le gustaba Adrián y lo único que se le ocurrió fue marcharse cuanto antes.

—¡Quiero irme a casa! —gritó Luna.

—¡Yo también, mami! —Astro agitó las manos—. ¡Es aburrido aquí!

—¡Silencio! ¡Todavía me tienen! —dijo Adrián con severidad.

—¡Pero solo queremos a mami!

—¡Asesinos! —gritó Adán—. ¡Protejan al abuelo!

Antes de que los guardaespaldas pudieran ponerse en formación, varios maleantes armados rodearon a Óscar. Abel quiso correr para ayudar a Óscar, pero un matón le apuntó a la cabeza con una pistola.

—¡No le hagas daño al abuelo!

Alana quiso salvar a Óscar, pero se cayó después de que un maleante le diera una patada.

—¡Adán! —Óscar estaba furioso—. ¿Por qué hay asesinos aquí? ¿Qué fue lo que hiciste?

Adán no dijo nada, aunque su expresión era hosca.

Benjamín y Delia se apresuraron a recoger a los cuatro niños.

—¡Timoteo! ¡Timoteo!

Rosalinda les arrebató a Timoteo. Lázaro y Juliana querían llevarse a los trillizos, pero Delia se interpuso en su camino. Edgar y Benjamín se llevaron a los trillizos. Emma estaba confundida.

«¿No estaba preparada la trampa para mí esta noche? ¿Por qué tienen como objetivo a Óscar?».

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