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La Doctora Maravilla romance Capítulo 153

—¡Cómo te atreves a pegarme! —gritó Jazmín indignada, llevándose una mano a la mejilla escocida—. ¡Voy a hacer que el Señor Ferrera te despida ahora mismo!

—Puede intentarlo, señorita... —replicó Emma, sonriendo de manera sombría.

—Desde luego que voy a intentarlo. ¿Crees que te tengo miedo?

Jazmín se dio la vuelta, a punto de salir corriendo en busca de Simón. De repente, se detuvo al escuchar una voz desde el exterior de la tienda de disfraces.

—¿Quién está soltando toda esa basura arrogante?

Emma volteó cuando entró Adrián, vestido elegante con un impecable traje de negocios y zapatos de cuero pulido. Jazmín reconoció a Adrián de inmediato. Había muy pocas personas que no reconocieran a aquel casanova elegante y coqueto. Después de todo, pertenecía a la prestigiosa Familia Rivera y era un buen partido.

—¿Señor Adrián Rivera? —Jazmín no esperaba encontrarse con Adrián aquí. Con su sonrisa más encantadora, se apresuró a darle la bienvenida—. Es un placer. Pero, ¿por qué está aquí?

—¿Por qué no puedo presentarme si quiero? —respondió Adrián, mirando a Jazmín con frialdad—. Creo recordar que alguien acaba de soltar una tontería bastante escandalosa.

—¡Exacto! —Jazmín se dio la vuelta y apuntó a Emma—. ¡Esta insignificante chica tuvo el descaro de desafiarme! ¡Ella no sabe cuál es su lugar!

—¡Estoy hablando de ti, mujer! —Adrián se acercó a Emma y le rodeó los hombros con el brazo, mirando a Jazmín—. ¿Quién demonios te crees que eres para hablar en ese tono con nuestra Emma?

—Señor Rivera... —Jazmín se sobresaltó—. ¿Qué quiere decir con nuestra Emma?

—Emma es parte de nuestra familia. Pero creo recordar muy bien haber escuchado a alguien tener la desfachatez de decir que ¡van a hacer que la despidan!

—Pero... pero, Señor Rivera —tartamudeó Jazmín, con el ceño fruncido por la confusión—. ¿Por qué un miembro de su familia se vería reducido a trabajar como doble aquí para ganar dinero?

—¡Porque se aburre! —Adrián levantó la barbilla y miró a Jazmín con desprecio—. ¡Se aburre como una ostra y necesita algo en qué ocupar su tiempo!

«¿Aburrirse? ¿Quién en el mundo estaría tan aburrido como para venir a trabajar de doble?».

Jazmín no podía creerlo.

—Emma... —Adrián se dirigió a Emma—. Ignora a esta fulana ignorante; solo está celosa, eso es todo. Tengo un regalo para ti, a ver si te gusta.

Emma parpadeó, por completo sorprendida. ¿Adrián tenía un regalo para ella? ¿Qué plan estaba tramando ahora?

—Sé que los he descuidado a ti y a los niños —continuó Adrián con la mayor sinceridad—. Juro por Dios que a partir de hoy pasaré página y trabajaré muy duro. No volveré a mis andadas de casanova, te lo prometo.

Emma se sobresaltó tanto que se quedó mirando a Adrián, examinándolo de pies a cabeza. Su mirada hizo que Adrián se sintiera muy incómodo. Titubeó un poco y luego suplicó:

Capítulo 153 Nuestra Emma 1

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