La Doctora Maravilla romance Capítulo 154

Adrián aún se marchaba. La disposición de Jazmín hacia Emma sufrió una transformación completa.

—Emma, te entendí mal. Lo siento. Emma, ¿te gustaría ser mi mejor amiga? Podemos pasar tiempo juntas y hacer cosas divertidas. La próxima vez que programes algo con el Señor Benjamín, ¿comemos algo juntas?

—Señorita Escobar —dijo Emma con impaciencia—. todavía tengo trabajo que hacer. ¿Podemos hablar en otro momento?

—Oh, vale —dijo Jazmín, agitando la mano—. No te quitaré mucho más tiempo. Emma, nos vemos pronto.

—Vale —dijo Emma, con los tímpanos en paz al fin.

—¡Emma! —El Director Ferrera gritó desde afuera—. ¡Es tu turno!

—¡Vale, ya voy!

Emma se cambió de ropa y salió del set después del rodaje. El auto deportivo de Adrián estaba estacionado frente a la renombrada Pizzería Draghi, un establecimiento local conocido por su deliciosa pizza. Actuó con frialdad y se apoyó en su auto, con una leve sonrisa en los labios mientras esperaba la llegada de una bella dama. Cuando Emma se acercó a él, se inclinó y abrió la puerta del acompañante.

—Toma, te devuelvo esto.

Emma se quitó el collar y se lo dio a Adrián después de darse cuenta de que había entrado al auto y cerrado la puerta.

—No quería avergonzarte delante de Jazmín. —Adrián se quedó atónito—. No vine a comer. Me regreso a la cafetería.

—Emma —exclamó Adrián mientras tomaba su mano—. Comprendo que estés ocupada ganándote la vida, pero no tienes por qué esforzarte tanto. Aún me tienes a mí, cuidaré de ti y de los niños. Ya no soy el mismo Adrián de antes, tienes que confiar en mí.

—Ya lo veremos —dijo Emma mientras se acercaba a la puerta del auto.

—Emma. —Adrián la retuvo de nuevo—. Te daré una tarjeta bancaria ahora mismo. Es para los gastos de manutención de los niños. No tienes que volver corriendo a vender café.

Emma se quedó callada un rato. La expresión de Emma se tornó sombría cuando contestó:

—Mi empleada gestiona sola la cafetería, así que tengo que volver corriendo.

—Pero, ¿y los gastos de manutención de los niños?

—Puedo encargarme de los niños yo sola.

Con la tarjeta bancaria en la mano, Adrián vio cómo Emma cerraba rápido la puerta del auto y desaparecía de su vista. La enorme motocicleta que conducía seguía estacionada en la entrada del estudio. Ayer la agarró la lluvia, así que Benjamín la llevó a casa para que descansara. Luego la regresó por la mañana.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar