La Doctora Maravilla romance Capítulo 198

Alana sonrió coqueta. Se puso en cuclillas y apoyó sus delgadas manos en los muslos de Adán.

—Señor Adán, me hizo esperar.

Adán le pellizcó la cara y se burló.

—¿Ni siquiera tienes esa paciencia?

—Solo quiero entrar y servirle rápido.

Alana puso sus manos sobre el pecho de Adán y acarició sus firmes pectorales. Pensó que Adán no tendría resistencia al enfrentarse a una belleza como ella. Además, antes de venir aquí, se arregló y se puso más guapa. Sin embargo, Adán le apartó las palmas de las manos. Alana se quedó inmóvil un momento, luego levantó la cabeza llena de sorpresa.

«¿Cómo va a rechazarme Adán? ¿Es abstinente este hombre? Pero él no es Abel».

—Señor Adán. —Alana hizo un gesto para fingir ofensa—. ¿No soy lo bastante bonita o sensual?

—¿Qué te crees que soy? —Adán empujó a Alana al suelo con disgusto—. ¡Eres una mujer que tuvo un aborto espontáneo! ¿Cómo te atreves a seducirme? ¿Crees que me faltan mujeres?

Alana se quedó de piedra. No esperaba que Adán la humillara. Solo vio que era bonita, pero se olvidó que había sufrido un aborto espontáneo.

—¡Mírate en el espejo! —Adán la humilló—. ¡Eres tan descarada de venir a mí con un rostro tan feo!

A Alana se le llenaron los ojos de lágrimas y fingió compasión.

—¡Señor Adán, recuerdo que dijo que tengo una mirada dulce!

—Solo sentía curiosidad por ti. Después de acostarme contigo, ¡sé que no eres más que eso! —se burló Adán.

Alana se tumbó en el suelo. Sentía como si le hubieran arrancado la piel del rostro. Como Señor del Palacio Imperial, Adán tenía muchas mujeres. Ella debería saberlo. Estaba demasiado segura de sí misma.

—Ahora te voy a mostrar una verdadera mujer de aspecto dulce.

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