Entrar Via

La Doctora Maravilla romance Capítulo 78

—¡Eres de los que solo hablan! —dijo Abel. Se dio la vuelta y ordenó a sus guardaespaldas—: ¡Saquen a esas dos mujeres!

—¡Sí, Señor Rivera!

Dos guardaespaldas fueron contra las dos mujeres, las agarraron y las arrojaron fuera del salón. Adrián se estremeció.

—A... Abel... ¿Qué quieres?

—Eso deberías preguntártelo tú —dijo Abel con frialdad—. ¿Por qué estás aquí coqueteando con otras mujeres?

Adrián se tensó y dijo:

—¡No es asunto tuyo!

—¡No es asunto mío, pero lo estoy haciendo asunto mío! —rugió Abel.

Se acercó a Adrián y le dio una patada en el rostro. Él se agachó rápido y se escondió debajo de una mesa.

—¡Argh! ¡Cobarde!

Abel resopló burlón. Adrián ya estaba empapado en sudor frío. Se daba cuenta de que Abel solo intentaba intimidarlo. Si él quisiera llegar a los golpes, Adrián no sería capaz de esquivar aquella patada. Según su abuelo, Abel se convirtió en un demonio después de sus cinco años de entrenamiento secreto. ¡En un segundo, Abel podía convertirse en una máquina de matar! De lo contrario, Óscar no le entregaría las riendas del Grupo Rivera. Con voz temblorosa, Adrián dijo:

—Abel, ¿por qué me haces una rabieta tan temprano? Soy tu primo mayor. Me humillaste delante de esas dos mujeres.

Abel se burló.

—¡Deberías saber por qué! ¿Cómo puedes darle la cara a Emma y a sus hijos después de esto?

Adrián se quedó desconcertado. Se dio cuenta de que Abel estaba aquí para buscar justicia para Emma. Adrián se sentó furioso en una silla.

—¡Ahora que la mencionas, tengo que decir que es muy testaruda!

—¿Qué quieres decir?

Abel estaba confuso. Vio a Adrián llevar a Emma de regreso al café la noche anterior, y tuvieron una breve conversación antes de que Adrián se fuera.

Capítulo 78 Inútil Adrián 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Doctora Maravilla