La gente a su alrededor preguntó: "¿Qué pasa?".
"Parece que vi a alguien conocido".
Crecieron juntos con Armando y todos sabían que Paulina estaba enamorada de Armando.
Honestamente, Paulina era muy hermosa, pero también tranquila y sin rasgos distintivos, no era el tipo que le gustaba a Armando.
Armando siempre fue respetuoso pero distante con ella, y ellos tampoco veían a Paulina con buenos ojos.
No veían a Paulina muy a menudo, y cuando lo hacían, ni siquiera se tomaban la molestia de saludarla.
Honestamente, para él, la imagen de Paulina ya era algo borrosa, ni siquiera estaba seguro de si había visto mal.
Pero incluso si realmente era Paulina, no le daría mucha importancia.
Sin decir más, se giró y regresó al privado.
...
Paulina no se dio cuenta de Alfredo.
Después de salir del hotel, llevó a Gema a su casa y se quedó esa noche para cuidar de ella.
Cuando Gema despertó y vio a Paulina, la abrazó agradecida: "¡Gracias por lo de anoche, te invitaré a cenar otro día!".
Paulina ya había preparado el desayuno y le dio una palmadita en la cabeza: "Levántate y lávate, el desayuno se va a enfriar".
Gema la abrazó, no queriendo soltarla: "Pauli, hueles muy bien y eres muy suave, es muy cómodo abrazarte".
Paulina: "...".
Después de que Gema se lavó, vio el delicioso desayuno que Paulina había preparado y se sintió increíblemente feliz, pensando sinceramente que quien se casara con Paulina sería muy afortunado.
Pero pensando en el matrimonio de Paulina y Armando, por miedo a hacerla sentir triste, no lo dijo.
Se sentó y comió el desayuno mientras jugaba con su celular.
Pero en poco tiempo, su expresión cambió y no pudo evitar preguntarle a Paulina: "¿Armando regresó al país?".
Paulina: "Sí".
Gema le pasó el celular a Paulina.
Paulina echó un vistazo y vio que era una publicación de Alfredo, un amigo de Armando.
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