La Espectacular Transformación de la Reina AI romance Capítulo 564

—Sí, tienes razón —no pudo evitar intervenir Rosalinda—. Si solo es cuestión de esperar unos días más, no hay problema. Lo que da miedo es que, si esto se sigue postergando, terminen dejando pasar otro periodo para tomar la decisión. Si eso pasa, quién sabe cuándo se van a divorciar.

Rosalinda había dicho justo lo que todos pensaban en ese momento.

Incluso Beatriz Saavedra tenía la misma inquietud.

Después de todo, Armando y Paulina ya habían dejado pasar una oportunidad para divorciarse.

Pero aunque Beatriz estaba preocupada, no se mostró ansiosa. Solo comentó:

—Bueno, mejor ya no preguntemos más sobre eso. Vamos a esperar tranquilos el resultado.

Alicia frunció los labios.

—Está bien.

Dicho esto, volvió a enfocarse en el plato de Josie y siguió comiendo.

Los demás empezaron a platicar sobre otros temas, dejando claro que el hecho de que Armando aún no se hubiera divorciado de Paulina no les quitaba el sueño.

Mercedez observó todo esto en silencio.

No dijo nada.

Sabía que su familia no estaba realmente nerviosa porque, en el fondo, nunca imaginaron que Armando podría no querer divorciarse de Paulina.

Solo ella sabía que, en realidad, la razón por la que Armando no había ido a firmar el divorcio con Paulina en estos días era porque ya no quería separarse de ella.

De lo contrario, aunque estuviera ocupado, estando en Fuente de la Felicidad, sacar media hora para ir al registro civil con Paulina no era nada del otro mundo.

...

Durante los dos o tres días siguientes, Paulina se mantuvo ocupada en el trabajo.

A pesar de eso, revisaba su celular de vez en cuando, lista para contestar en cuanto Armando le escribiera para ir a firmar el divorcio.

Sin embargo, llegó la tarde del viernes y seguía sin recibir mensaje alguno de Armando.

Jaime, que también sabía que ella estaba esperando para ir al registro civil con Armando, notó que ya había pasado una semana sin novedades y no pudo evitar preguntar:

—¿Armando todavía no te escribe?

Paulina negó con la cabeza.