La Esposa de Lobo romance Capítulo 117

“¡Oye, mocoso!”.

Con expresión sombría, Densel se acercó a Andrius. Miró a Andrius y gritó: "¡Si hoy no me das una respuesta satisfactoria, ni siquiera descansarás en paz cuando tengas tu funeral dentro de tres días!".

Andrius se burló. "¿Respuesta?".

Evaluó a Densel de arriba a abajo. Gruñó fríamente al preguntar: “Tú eres quien realmente debería darme esa respuesta. Dime, ¿qué pasó con las máquinas entregadas a la Corporación Luna Nueva?”.

Densel dijo fríamente: “Tus máquinas no cumplían con los requisitos de seguridad. ¡Contienen riesgos potenciales para la seguridad, por eso deben ser destruidas!”.

Andrius entrecerró los ojos, lo cual era una señal peligrosa.

"Las máquinas fueron producidas por la fábrica militar, ¿y me estás diciendo que no cumplen con los requisitos de seguridad?".

Densel se burló. Y añadió: “No me importa dónde se fabrican las máquinas. Yo tomo las decisiones en las inspecciones de seguridad. ¡Si digo que no cumplen, es que no cumplen!”.

Andrius finalmente sabía lo que estaba pasando.

Densel estaba haciendo pasar un mal rato a la Corporación Luna Nueva a propósito.

"Muy bien". Él asintió mientras miraba a Densel. “Entonces, esperaré a la persona a cargo de la Administración General de Supervisión de Calidad de Sumeria y veré si realmente tienes el poder para tomar las decisiones. De todos modos…".

Andrius miró su reloj. "Él estará aquí en cinco minutos".

Densel se rio a carcajadas. Su expresión estaba llena de desdén. Luego, miró a Andrius con desdén: “Pequeña m*erda, realmente sabes cómo presumir”.

Los demás empleados de la Administración General de Supervisión de Calidad también se rieron. Todos miraban a Andrius como si fuera un idiota.

"Cinco minutos. Si no puedes conseguir a Adam Strong, la persona a cargo de todo la AGSC, no solo tendrás que pagar…”. La sonrisa maliciosa de Densel se hizo más amplia. “¡Toda la Corporación Luna Nueva tendrá que sufrir contigo! ¡No pararé hasta derribarlos a cada uno de ustedes!”.

A Andrius no le molestaron las amenazas de Densel. Echó otro vistazo a su reloj mientras se sentaba en el sofá del salón.

"Cinco minutos. Esperaré”, bramó Densel y le dio a Andrius el ultimátum final.

Se rieron de él sin reservas porque creían que Andrius terminaría peor que la persona de la que hablaban.

El tiempo casi se había acabado.

“Mocoso…”. Densel miró a Andrius con hostilidad. "Se acabó el tiempo. El Ministro Strong aún no ha llegado. Puedes decir adiós ahora”.

Luego, saludó a los guardias de seguridad.

"Agárrenlo. ¡Lo quiero muerto!”.

Los guardias de seguridad se acercaron con sonrisas crueles. Se chasquearon los dedos porque estaban ansiosos por darle una lección a Andrius.

"¡Esperen un maldito minuto!".

Entonces, llegó un grito desde fuera del edificio.