La Esposa de Lobo romance Capítulo 134

El anciano era Bruce Timberland, el amo de los Timberland.

Los Timberland eran una de las familias más fuertes e influyentes de Sumeria. Aparte de los Henderson, probablemente los Timberland eran los más poderosos de la ciudad, lo que alimentó la extrema arrogancia de Bruce.

Fue su arrogancia lo que le metió en problemas con alguien incluso más fuerte que él, alguien a quien no podía permitirse el lujo de ofender.

De vez en cuando enviaban sicarios y asesinos a matarlo.

Bruce perdió a muchos de sus hombres en el conflicto, por lo que contrató a Tiger como su guardaespaldas.

Hubo un breve período de paz, pero después de que su enemigo se enteró de que él tenía a Tiger como su guardaespaldas, decidieron enviar asesinos aún más notorios y sicarios feroces para acabar con su vida.

Incluso Tiger se vio obligado a tomarse el asunto en serio después de enterarse de quién había ofendido Bruce. Tiger confesó que no tenía confianza en proteger a Bruce de los atentados contra su vida.

Bruce estaba horrorizado. Le pidió a Tiger una solución y Tiger le recomendó a Andrius, de ahí su presencia.

Tiger no consiguió el contacto de Andrius desde el pequeño combate, y dado que se topó con Andrius dos veces frente a la clínica del doctor Artemis, pensó en traer a Bruce aquí para esperar a encontrarse con Andrius.

Lyra se vio obligada a llamar a Andrius cuando el grupo de hombres apareció ante la clínica.

Bruce notó la juventud de Andrius a primera vista, pero por confianza en Tiger, decidió invitar a Andrius a charlar.

Bruce se acercó a Andrius con Tiger y sus hombres.

“Señor, en realidad…”.

Tiger le explicó brevemente la situación a Andrius y le presentó a Bruce.

“Este es Bruce Timberland, amo de los Timberland. Debido a algunos conflictos, convirtió en enemigo a alguien poderoso. El enemigo enviará formidables sicarios esta noche y no tengo la confianza suficiente para manejar la situación. Por eso quería pedirle su ayuda”.

Andrius revisó al doctor Artemis y a Lyra para asegurarse de que estuvieran bien antes de irse. Él ni siquiera miró a Bruce y Sonia.

Como el doctor Artemis y Lyra estaban bien, no había nada de qué preocuparse.

En cuanto a Bruce, no eran nadie para él y no necesitaba preocuparse por los asuntos de otra persona.

“¡Pff!”. Sonia se burló con desdén. “Creo que no vale nada. Si fuera capaz, nos habría demostrado lo que podía hacer”.

Tiger suspiró. “Señorita Timberland, puede que no lo crea, pero cuando entrené con él, ni siquiera podría recibir un solo golpe de él. Si hay alguien que pueda ayudar a los Timberland a superar esta crisis, él sería ese alguien”.

Sonia permaneció escéptica e imperturbable. Ella frunció los labios. “Él tiene como mucho unos 30 años. ¿Qué tan capaz podría ser?”.

Bruce suspiró. “Maestro Tiger, creo que este hombre que usted recomienda es demasiado joven, tan joven que incluso yo tengo dudas”.