La Esposa de Lobo romance Capítulo 133

Athena puso una mirada seria y preguntó: “Dime quién eres realmente”.

Sus ojos estaban pegados a Andrius cuando hizo la pregunta, intentando detectar una pista en su expresión.

Con habilidades como las suyas, ni siquiera Scarface y Tiger, el Tigre Salvaje del Ejército, eran rivales para él, sin embargo, simplemente se quedó con los Crestfall como el yerno que no recibía respeto.

Nada tenía sentido.

Si Andrius simplemente quisiera estar con los Crestfall sin ninguna intención oculta, Athena nunca lo creería.

Andrius se encogió de hombros. “Soy yo, Andrius Moonshade”.

Athena frunció el ceño y se acercó a él. Ella gruñó y luego preguntó: “¿De verdad crees que creeré eso? Mataste a Scarface. Eso significa que sabes más de lo que parece”.

Ella recordaba claramente la asombrosa escena que vio cuando lo siguió.

El Tigre Salvaje del Ejército fue derribado al suelo con un solo movimiento.

¡Fue increíble!

Eso también le recordó a Athena el intento de asesinato de hace un tiempo cuando Solomon intentó sacar a Luna de la escena.

Andrius acababa de llegar a Sumeria en aquel entonces. ¿Él había fingido ser una persona débil y cobarde? ¿Había alguna intención oculta detrás de sus acciones?”.

Cuanto más pensaba Athena en ello, más se daba cuenta de que Andrius estaba ocultando algo.

Andrius no tenía idea de en qué estaba pensando ella. Él simplemente dijo: “Nunca dije que fuera un hombre sencillo. Eso es lo que ustedes piensan de mí”.

Athena quedó asombrada. Ella preguntó: “Si no eres un hombre sencillo, ¿quién eres?”.

Andrius perdió la paciencia. “Ya lo dije, soy Andrius Moonshade”.

Athena sintió su negativa a decir la verdad. Ella entrecerró los ojos que brillaban peligrosamente. Ella le advirtió: “Andrius Moonshade, no me importa quién eres ni por qué no quieres decirme la verdad. Los Crestfall me pagan para proteger a Luna, por lo que tengo la intención de cumplir con mi deber hasta el final. Si tienes malas intenciones hacia ella, nunca te dejaré ir”.

A primera vista, algo malo había sucedido. La clínica estaba inundada de gente.

Aparte del doctor Artemis y Lyra, incluso Tiger estaba allí.

Frente a Tiger había un anciano. Aunque era viejo, de alguna manera parecía digno.

A su lado estaba una hermosa chica. Sus brazos estaban cruzados y su expresión deletreaba arrogancia. Se estaba quedando sin paciencia mientras su pie golpeaba sin cesar.

Detrás de ellos había más de veinte guardaespaldas.

Fue toda una escena.

Cuando Andrius los vio, ellos también lo vieron a él.

Tiger señaló a Andrius y dijo: “¡Maestro, es él!”.