La Esposa de Lobo romance Capítulo 160

Andrius gruñó. Sacó la aguja de plata y alivió al trabajador de su ardiente dolor.

Sin embargo, el trabajador no tardó en darse cuenta de que había perdido el control de su cuerpo. En pocos segundos, se sintió débil y perdió el control de los músculos intestinales.

Cuando recuperó el sentido, dijo asustado: "¡Wayman Hanshu me envió para sabotear el proyecto del Instituto Valiant! Y también matar a Luna Crestfall si tenía la oportunidad".

El trabajador estaba asustado. Ya no se atrevía a ocultarle nada a Andrius y decidió ser sincero.

¡Los Hanshus!

Andrius estaba furioso. Al principio no le molestaban los Hanshus porque no quería empeorar las cosas hasta el punto de que pudiera cundir el pánico.

Ahora, los Hanshus se habían cobrado la vida de varios veteranos retirados.

Si hubiera llegado un segundo más tarde, Luna también habría muerto en el acto.

Andrius estaba enfurecido por su sucio acto.

"A-Andrius Moonshade...", dijo débilmente el trabajador. Miró a Andrius y le dijo: "Te conté todo lo que sé. Ahora, ¿puedes perdonarme?".

El hombre estaba horrorizado por el poder de Andrius.

Un puñetazo y estaba derrotado. Cualquiera estaría asustado del poder de Andrius después de lo sucedido.

Además del insoportable dolor anterior, también marcó el horror en su alma, y nunca podría olvidarlo por el resto de su vida. No quería morir. Quería escapar de este horrible lugar y del hombre que se parecía al diablo.

"¿Perdonarte?".

Andrius entrecerró los ojos. Solo había ira en sus ojos, ninguna otra emoción.

"Los veteranos retirados... Sirvieron al país en el campo de batalla, arriesgaron sus vidas para proteger al pueblo y cargaron valientemente contra el frente enemigo. Nunca se rindieron y por eso, sus cuerpos sufrieron tanto daño a lo largo de los años”.

"Después de retirarse, volvieron a Sumeria y se ofrecieron voluntarios para ayudar. Son generosos y amables, pero...".

Pronto empezó a rascarse la piel y a sangrar terriblemente. Estaba cubierto de sangre mientras gritaba: "¡Qué bueno! Esto se siente bien".

No tenía ni idea de que se estaba arrancando su propia piel.

Excavó a través de su propia carne e incluso llegó hasta el hueso.

Al final, tuvo una muerte terrible. Ni una parte de su cuerpo quedó intacta.

Andrius lo observó sin emoción.

Después, llamó a Noir para que se encargara del cuerpo.

De vuelta en la obra, Luna acababa de recuperar la compostura.

Aunque el obrero fugado explicó muchos de los problemas, ella seguía preocupada e inquieta.