La Esposa de Lobo romance Capítulo 169

Simon quedó en estado vegetativo, encamado para siempre. Ya no podía despertarse ni pronunciar nada.

A ambos lados de sus sienes había puntitos de sangre, y al mezclarse con su sudor, nadie podía distinguirlos fácilmente.

"Retrocedan", le dijo Andrius a Noir.

Los soldados trajeron de vuelta al grupo de mercenarios internacionales mientras Andrius regresaba al Paseo Marítimo de Ensueño.

Por alguna razón, Luna quitó el toque de queda y Andrius entró sin problemas.

Cuando entró en la sala, los ruiditos que hizo hicieron salir a Luna. Ella todavía lo estaba esperando.

"Andrius...". La expresión de su rostro cambió al ver a Andrius. "¿Cómo fueron las cosas con los Hanshus?".

"Ya está hecho", dijo Andrius con calma.

"¿En serio?". Luna abrió los ojos de par en par, desconfiada. "¿Los Hanshus aceptaron tus disculpas?".

"Se puede decir que sí", dijo Andrius después de pensárselo un poco.

Al fin y al cabo, Simon no lo podía considerar responsable de lo que había hecho puesto que el hombre ya no podía moverse ni hablar, así que se lo tomó como una disculpa aceptada.

"¡Genial! ¡Genial!". Luna soltó un suspiro de alivio.

Cuando miró a Andrius, su expresión se volvió sombría. "Andrius, quiero que recuerdes que está mal pegar a la gente. No empieces una pelea sin más. No vuelvas a hacerlo. La ciudad es un lugar complicado, con planes en marcha. Tus puños no son tan fiables aquí. Una vez que actúas precipitadamente, solo causas problemas".

Ella parecía muy preocupada por Andrius.

Andrius tarareó en respuesta. Sus pensamientos eran exactamente los contrarios a los de ella.

En este mundo, sus puños eran el medio de comunicación más fiable.