Resumo do capítulo Capítulo 200 do livro La Esposa de Lobo de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 200, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance La Esposa de Lobo. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Urbano continua a emocionar e surpreender a cada página.
"Gulp...".
Todos se sobresaltaron y retrocedieron dos pasos.
Algunos se quedaron boquiabiertos.
Algunos aspiraron un aliento frío.
Otros no pudieron evitar tragar saliva.
Entonces, todos giraron la cabeza hacia la puerta.
Allí, Andrius y Noir entraron lentamente.
"Idris Crestfall...". El rostro de Andrius era como el hielo y no parecía humano en absoluto. "¿Estás satisfecho con tu regalo?".
¿Regalo?
Los dignatarios sintieron escalofríos.
Anthony se encogió de inmediato y se hizo más pequeño, con miedo de que Andrius lo viera.
¡Ese era el verdadero Rey Lobo!
Idris sintió pánico de repente.
Joshua...
Aunque parecía feo, era poderoso por naturaleza. Sin embargo, el poderoso Joshua fue despiadadamente asesinado y torturado hasta la muerte por Andrius...
En ese caso, ¿qué tan poderoso era Andrius?
"¡Guardias!". Idris dio un paso atrás mientras llamaba ansiosamente a sus guardias. "¡Guardias! ¡¿Dónde están mis guardias?!".
"Deja de gritar", dijo Andrius con indiferencia y algunos toques de burla. "Tus guardias son muy débiles. No duraron ni cinco minutos contra Noir".
Idris se sintió repentinamente entumecido.
Los guardias que lo seguían fueron cuidadosamente seleccionados. En pocas palabras, cada uno de ellos podría derribar fácilmente a diez hombres musculosos por sí solo.
Sin embargo, ¿todos fueron derrotados por ese imbécil al lado de Andrius?
Que...
Idris suspiró inmediatamente aliviado.
Así que Andrius buscaba dinero.
Eso era fácil.
"Yo... Pagaré cien millones". Idris levantó un dedo.
¡Swoosh!
Antes de que pudiera terminar de hablar, Noir le cortó el dedo y dijo con una sonrisa alegre, "Viejo maestro Crestfall, ¿su lamentable vida solo vale cien millones?".
"¡Aaargh! M-mi... mi dedo...".
Idris sintió agonía y estuvo a punto de desmayarse. Gotas de sudor rodaban por su frente sin parar.
Sin embargo, su mente estaba despejada ante la vida y la muerte. Apretó los dientes y dijo humildemente, "¿Cuánto... cuánto quieres?".
"Diez mil millones. ¿Es mucho para ti?".
La voz de Andrius cayó claramente en los oídos de todos.
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