La Esposa de Lobo romance Capítulo 210

Jason se dio cuenta de que el Rey Lobo ya no estaba allí.

Su corazón de repente se sintió inquieto. ¿Había descuidado al Rey Lobo?

En un instante, el sudor frío empapó el interior de su costosa camisa.

"Aquí estás". Jude deliberadamente mostró su estatus, diciendo mandónamente: "Deja el vino allí. Puedes irte".

Hablaba como si fuera el emperador de la sala.

Jason forzó una sonrisa y señaló el asiento de Andrius, preguntando inquieto: "¿Adónde ha ido el caballero que estaba sentado allí?".

"¿Él?".

Antes de que Jude pudiera responder, Ford dijo con indiferencia: "Ese pedazo de basura se fue. No te preocupes, no bebió ni una gota de este vino. No se desperdiciará".

¿Se fue?

¿Pedazo de basura?

¡¿Basura?!

¿Cómo se atreve a llamar "basura" al Rey Lobo?

¡Incluso dijo que no dejaría que el Rey Lobo bebiera una sola gota de vino con tal convicción!

¡Zas!

Jason estaba sorprendido, enojado y asustado. Abofeteó la cara de Ford sin contenerse en absoluto. Luego, agarró las dos botellas de Romanee Conti y se marchó.

Todos se quedaron atónitos ante aquella bofetada.

"¡¿Cómo se atreve a pegarme?!". Ford solo reaccionó después de mucho tiempo. Señaló la espalda de Jason y dijo maliciosamente: "¡Jude, Jason es terriblemente insolente! ¡¿Cómo se atreve a pegarme delante de ti?! ¡Debes hacer justicia por mí!".

"¡Exactamente!". Jennifer también estaba furiosa. "Jude, Jason no te muestra ningún respeto. Incluso se llevó el vino. ¡Tienes que darle una lección!".

Jude también estaba enojado.

Jason había abofeteado a Ford en su habitación. En realidad, golpeó a su futuro suegro, ¡lo que era lo mismo que abofetear al propio Jude!

"Vamos, tío Ford. Te haré justicia".

Conocerlo...

Los dos ni siquiera se habían atrevido antes a pensar en algo tan asombroso, ni siquiera en sueños.

"¡Tienes razón, Jude!". Ford miró a Jude con ojos llenos de elogios. "Conocer al señor Turner es muy importante. ¿Obtener justicia? Podemos olvidarnos de eso".

Jennifer sonreía y preguntó expectante: "Jude, ¿podemos ir Ford y yo contigo?".

Ford también parecía ansioso.

"¡No hay problema!". Jude le palmeó el pecho.

La pareja sonrió al instante.

Entonces, los tres salieron juntos de la sala y se prepararon para conocer a un verdadero maestro.

Sin embargo, en cuanto llegaron a la puerta...

El camarero los detuvo y dijo: "Señor, aún no ha pagado la cuenta".