La Esposa de Lobo romance Capítulo 229

¡Mierda!

Andrius miró el dinero que tenía en la mano. Suspiró y decidió esperar un taxi.

Un momento después, una figura familiar apareció frente a él.

¡Marcus!

Marcus también se sorprendió por ver a Andrius aquí. Él preguntó respetuosamente, "¿Rey Lobo? ¿Qué haces aquí?".

Andrius le explicó con impotencia lo que acababa de ocurrir.

Los ojos de Marcus se iluminaron mientras las ideas llenaban su cabeza.

"Rey Lobo... Ejem...". Se aclaró la garganta y dijo sinceramente, "En realidad hay muchos conocimientos sobre una mujer. Es como cuando los soldados prefieren diferentes armas".

"A algunos les gustan los rifles de asalto para cargar contra la primera línea del enemigo; a otros les gusta aprovechar la posición ventajosa con un francotirador. Ah, y no te olvides de los que les gustan los cuchillos y el combate cuerpo a cuerpo".

"Si no puedes llevarte bien con tu mujer, significa que tienes el arma equivocada. Por muy buena que sea el arma, un soldado al que no le guste o no sepa manejarla bien no puede sacar todo su potencial. Habrá muchos problemas".

Sus palabras tenían sentido, pero no era su verdadera intención. Si el Rey Lobo no podía llevarse bien con Luna, entonces su hija, Noelle, tendría alguna posibilidad.

Aparte de que Noelle era un poco brusca, no era tan mala comparada con Luna, y no era un gran problema. Por muy brusca o maleducada que fuera Noelle, si supiera que Andrius era el Rey Lobo, sería tan tímida como un corderito.

Andrius tenía dolor de cabeza. No quería seguir escuchando los consejos de Marcus. En unos meses más, por fin podría deshacerse de Luna y volver a su antigua vida.

Cambió de tema y preguntó, "Marcus, ¿qué haces aquí?".

Marcus frunció el ceño. Sinceramente, dijo, "Rey Lobo, no tienes ni idea. Desde que ordenaste a los Henderson que se retiraran, hay muchos mercados vacíos en la ciudad, y muchas empresas extranjeras están invadiendo la ciudad.

"Son ricas e influyentes, y compraron un buen número de cadenas de negocios en Sumeria sin pensárselo dos veces. Ya se aseguraron una gran cuota de mercado.

"Si esto continúa, afectará al crecimiento económico de Sumeria en el futuro. Por eso estoy aquí para echar un vistazo al asunto".

Marcus tenía razón. Sea un pueblo o una ciudad, o incluso el país entero, el gobierno federal siempre promovía el crecimiento local porque ayudaría a desarrollar el país.

"¿Tienes alguna idea de quiénes son?", preguntó Andrius.

"Sí, pero es difícil de lidiar". Marcus sacudió la cabeza, parecía tener dolor de cabeza. "Hay muchas facciones diferentes de distintas ciudades, pero la que lleva la delantera es la de los Miller de la capital. Se instalaron en la capital, así que lo que hagamos aquí apenas puede afectarlos".