La Esposa de Lobo romance Capítulo 230

Cuanto más pensaba Marcus en eso, más creíble le parecía.

El Rey Lobo era un hombre increíble. Si él fuera una mujer, querría casarse con el mismísimo Rey Lobo, por no hablar de su hija, que admiraba a los soldados.

¡Tenía sentido!

¡Tenía todo el sentido del mundo!

Si a Noelle le gustaba Andrius, entonces Marcus no necesitaría interferir. Todo lo que tenía que hacer era apoyar desde el lado y las cosas saldrían de la mejor manera.

Marcus sonrió alegremente.

El oficial vio el repentino cambio de expresión en el rostro del alcalde. De una expresión sombría a una sonrisa tonta en solo un segundo, lo confundió.

Le preguntó con cuidado, "Señor, ¿puedo retirarme ya?".

"Ejem...". Marcus se aclaró la garganta y dijo, "Si tu capitana se aburre o no tiene nada que hacer, dile que visite más el Jardín Real, ¿entiendes?".

El oficial estaba más confuso que nunca, pero asintió a pesar de todo. "Sí, señor".

Marcus asintió contento y salió de la estación.

...

Por otro lado, después de que Andrius empujara a Charlie a la taza del inodoro, por mucho que se cepillara o hiciera gárgaras en la boca, o por mucho que vomitara, no podía deshacerse del sabor de la orina y las heces en la lengua.

Estaba resentido con Andrius. Volvió a hablar con su hermano, Carson Miller.

"Hermano, tienes que ayudarme".

Charlie le contó a Carson lo que pasó, pero distorsionó la verdad y se convirtió en la víctima de todo el incidente.

Mientras las lágrimas llenaban los ojos de su hermano, Carson se enfadó.

Eran los jóvenes Miller de la capital. Nadie se atrevía a ofenderlos ni siquiera en la capital, y sin embargo alguien intimidó a Charlie en Sumeria.