La Esposa de Lobo romance Capítulo 238

¡Pum!

La puerta se abrió de golpe, haciendo que las astillas de madera volaran y se esparcieran por el aire.

Apareció un grupo de hombres de aspecto despiadado. El líder del grupo era un hombre de pelo blanco, que parecía más enfadado que los demás.

Era el abuelo de Lobo, el segundo anciano de la Secta del Dragón Celestial, Ivan Jansky.

Después de volar la puerta con su sable, entró en la habitación como un rayo. Era rápido y se movía de una forma extraña que haría cuestionarse la física.

Todos los que estaban en la sala se quedaron atónitos al ver al hombre.

Iván caminaba de puntillas por el suelo sin grandes movimientos, como si fuera una especie de experto en levitar.

Carson, que ya confiaba en Iván, se tranquilizó después de ver la explosiva entrada del hombre. Creía que con semejante experto, ¡Andrius estaría condenado!

¡No había forma de que el idiota pudiera escapar ahora!

Lobo estaba sufriendo y apenado. Cada segundo que esperaba era una tortura, cada minuto un insulto.

"¡Abuelo, sálvame!", gritó con fuerza cuando vio a Ivan, casi rompiendo a llorar.

Iván vino a salvar a su nieto, pero solo escuchó la voz y no vio a su nieto por ninguna parte. Él preguntó, "Nieto mío, ¿dónde estás?".

Su pregunta fue como echar sal en las heridas de Lobo.

"Estoy en... estoy en...".

Lobo estuvo bajo el trasero de Andrius, actuando como su silla después de su derrota. Era tan embarazoso que no podía decir ni una palabra. Nadie sería capaz de hablar en circunstancias tan embarazosas.

Iván era un experto con experiencia. Rastreó hábilmente el sonido hasta la fuente y miró en esa dirección.

Cuando lo vio bien, se enfadó.

Su nieto estaba siendo utilizado como silla.

¡Alguien estaba sentado a su espalda!

¡Qué insulto! ¡Un insulto enorme!

"¡Idiota!". Ivan rugió mientras corría hacia Andrius. "¡Te mataré!".