La Esposa de Lobo romance Capítulo 239

Las palabras de Andrius enfadaron a dos personas al mismo tiempo.

Luna estaba enfadada pero no podía hacer nada, así que simplemente se quitó del camino.

Iván, por su parte, estaba furioso. Dio un gran discurso sobre su sable, pero a Andrius no le llegó nada a los oídos. ¡No hubo ni la más mínima respuesta!

¿A qué venía eso?

¿Una completa ignorancia?

La intención asesina de Iván se desbordó. Se burló y dijo, "Idiota, saca tu arma, o ya no tendrás oportunidad de hacerlo".

Andrius se rio de sus amenazas.

El honorable Rey Lobo, que era el comandante de un millón de soldados licántropos de élite, confiaba únicamente en sus puños para superar innumerables situaciones peligrosas.

Andrius examinó a Iván de arriba abajo y sacudió la cabeza con una sonrisa de impotencia en el rostro. "¿Tú? No necesito ningún arma para enfrentarme a ti. Mis puños son suficientes".

¡Arrogante!

Tanto Carson como Charlie estaban encantados.

Andrius presumía no solo delante de ellos, sino también delante de Iván. Debía de tener ganas de morir.

Sin embargo, a Luna le dio un vuelco el corazón cuando lo escuchó. ¿Cómo podía Andrius seguir siendo tan arrogante en un momento tan crítico?

"¡B*stardo audaz!". Iván rugió, "Andrius Moonshade, si quieres morir, ¡te concederé tu deseo!".

Termino sus palabras. Empuñó el Rompe Jade y realizó una cruz en el aire.

"¡Técnica de la Cruz Despiadada!".

Mientras gritaba, dos poderosos qi de sable se entrelazaron y salieron disparados hacia Andrius.

Aunque estaban a diez metros y apuntaban a Andrius, el poderoso qi de sable y la interminable intención asesina sacudieron a los demás en la escena.

El qi del sable era tan rápido que casi golpeó a Andrius en un abrir y cerrar de ojos.

"¡Muere!".

"¡Muere!".

"¡Vete al infierno, Andrius Moonshade!".

Estaba rodeado de qi asesino.

Esta vez, el golpe no fallaría.

Todos compartieron el mismo pensamiento.

Luna apretó los puños con fuerza y miró a Andrius sin pestañear.

Bajo la mirada de todos, Andrius bailó a lo largo de la hoja deslumbrante. Caminaba de puntillas con elegancia, como si no tuviera peso ni presión.

Incluso después de que Ivan completara su técnica con el sable, no consiguió ni siquiera hacer un corte en la ropa de Andrius.

"Perro viejo, ¿necesitas aprender trucos nuevos?". Andrius sonrió alegremente, aumentando la ira de Ivan.

La ira se desbordó en los ojos de Ivan, haciendo que sus ojos se abrieran de par en par.

"Pequeño...".

Ivan blandió su sable con ambas manos y atacó por tercera vez.

Esta vez, usó toda su fuerza para intentar cortar a Andrius por la mitad.