La Esposa de Lobo romance Capítulo 274

Resumo de Capítulo 274: La Esposa de Lobo

Resumo de Capítulo 274 – La Esposa de Lobo por Internet

Em Capítulo 274, um capítulo marcante do aclamado romance de Urbano La Esposa de Lobo, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de La Esposa de Lobo.

¿Por qué estaban juntos?

¿Cómo? ¡Imposible!

¿Cómo se juntaron?

Luna sacudió la cabeza, apartando los pensamientos desagradables de su mente. Recordaba con claridad el disgusto de Halle cuando vio a Andrius. Le dejó una gran impresión.

¿Por qué estaría Halle viendo a Andrius?

Debía estar imaginando cosas.

Había muchas personas con parecidos sorprendentes en el mundo, y Lamborghinis por todas partes.

Sin pensar más, Luna subió a su coche.

Mientras tanto, dentro del Lamborghini, Halle, que estaba encantada, preguntó: "Andrius, no he pensado en dónde comer. ¿Hay algún lugar al que quieras ir?".

En verdad quería seguir la sugerencia de Andrius, pero quería que fuera sutil.

"Yo...". Andrius miró al cielo oscurecido y vio un mercado nocturno. Dijo: "Creo que la barbacoa de aquí es buena".

"¿Aquí? Está bien".

Halle estacionó su coche junto a la carretera. Era raro ver un superdeportivo al lado de un mercado nocturno, así que llamó mucho la atención, en especial cuando Andrius bajó del asiento del copiloto.

"¡Maldita sea! ¿Este chico es un mantenido?".

"No puedes tenerlo, aunque quieras. ¡Es un modelo a seguir!".

"Maldita sea. ¡La chica está buena!".

"Estoy celoso".

Las conversaciones no fueron precisamente fuertes, pero Halle y Andrius las oyeron.

Pero cuando las palabras salieron de la boca de Andrius, llegaron al corazón de Halle.

¡Tenía razón!

Como humano, uno no debe tener prejuicios ante la vida ni ser arrogante.

Halle estaba impresionada. Se olvidó de comer y lo miró fijamente y le preguntó: "Andrius, no eres mucho mayor que yo, pero hablas con tanta sabiduría".

Andrio se rio. "Aún tienes muchas por aprender".

"¡No te quedes ahí sentado!".

Andrius notó que Halle no comía. Le puso un pedazo de entraña asada en el plato y dijo: "¡Toma! ¡Está bueno!".

A Halle se le aceleró el corazón al ver la entraña en el plato. "¿Seguro que está bueno?".

"¡Por supuesto!".

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