La Esposa de Lobo romance Capítulo 305

La hora de inicio de la ceremonia no tardó en llegar.

La anfitriona de la ceremonia fue al escenario y anunció: “¡Ahora vamos a comenzar la ceremonia de apertura de Empresa Celeste!”.

Sonia, quien estaba a cargo de la compañía, fue al escenario y dio inicio a la ceremonia.

¡Clic! ¡Clic! ¡Clic!

Los obturadores sonaron sin cesar en lo que los periodistas sacaban fotos de Sonia en el escenario, capturando el momento histórico de la compañía.

Empresa Celeste tenía unas fuertes bases. Era dueña de todos los activos y los negocios de los Miller y los Crestfall, así como los recursos de los Timberland, lo que la había convertido en un gigante en la industria. Esto sin duda afectaría a la industria en Sumeria, o incluso en todo Río Este, en el futuro.

“¡Señorita Timberland!”.

“¿Cuál es su opinión en cuanto a meter a los negocios de los Timberland en Empresa Celeste?”.

“¡Señorita Timberland!”.

“¿Cuáles son sus planes para los próximos cinco y diez años?”.

“¡Señorita Timberland!”.

“¿Son los Timberland la columna vertebral de Empresa Celestial?”.

Los periodistas empujaron sus micrófonos cerca de Sonia mientras lanzaban una ráfaga de preguntas. Estaban a un periodista de que esto se convirtiera en una escena caótica.

“No. El presidente de Empresa Celeste no es un Timberland, es alguien más”, respondió Sonia a la última pregunta.

“¿No es un Timberland?”.

“¿Quién es el presidente de Empresa Celeste?”.

“¿Es una familia de Kiyoto?”.

“O…”.

Los periodistas percibieron el aroma de una primicia exclusiva, por lo que le hicieron más preguntas.

“Es…”. Sonia sonrió y levantó su mirada para dirigirla al Complejo Nebulosa. “¡Es él!”.

Los periodistas levantaron los ojos y siguieron su mirada. Ellos vieron una figura en lo alto del edificio.

La figura, bañada por la cálida luz del sol, emanaba un aura holística y divina. Se mantenía firme y erguido como el gobernante del mundo, o un emperador, mientras que la gente que tenía debajo eran sus súbditos.

Se trataba de Andrius.

“¡Lo haré por ti con mis hombres!”.

La anfitriona de la ceremonia nunca se había encontrado en una situación así, por lo que estaba horrorizada. Ella miró a Sonia en busca de ayuda.

Sonia vio con tranquilidad a Andrius al hombre que estaba en lo alto del edificio.

De hecho, Sonia no fue la única; los periodistas y la audiencia presente en la ceremonia miró a Andrius, preguntándose qué haría ese hombre en esta situación.

Si Andrius no se defendía, en menos de treinta minutos, la ciudad entera, o incluso el estado completo, se enteraría de que Empresa Celeste no era más que una cobarde de la que cualquiera podría aprovecharse. La compañía se convertiría en el hazmerreír de todos.

En lo alto del edificio, Noir, que estaba detrás de Andrius, dijo: “Andy, los francotiradores están en sus posiciones. Estamos esperando sus órdenes”.

“Muévanse”.

“A la orden”.

Noir entonces ordenó en su walkie-talkie. “Todos, muévanse”.

¡Fiuuuu! ¡Clac! ¡Cling!

Tras recibir las órdenes de Noir, innumerables puntos rojos aparecieron en las cabezas de los matones.