La Esposa de Lobo romance Capítulo 304

”Rey Lobo, por no educar bien a mi hijo, este tuvo la oportunidad de ofenderlo. Es mi culpa”.

Dexter se arrodilló junto a Peter, inclinándose una y otra vez para pedir perdón. Él sabía que sería el fin de los Carmine si Andrius lo culpaba a él o a su hijo.

“Ya es suficiente”, dijo Andrius con calma. Después añadió: “Puedo perdonarlos a ustedes y a su familia, pero tendrán que darme la mitad de sus activos actuales”.

¡¿La mitad?!

Era un castigo severo.

Los Carmine habían trabajado duro por múltiples generaciones, habían tenido conflictos internos y habían expandido sus negocios para llegar al punto en el que estaban. Y en ese momento, Dexter estaba forzado a regalar la mitad de todo lo que tenían.

“Sí, sí, le daremos la mitad de nuestros activos actuales. ¡De inmediato!”. Dexter asintió con la cabeza una y otra vez. Él no se atrevió a discutir con el Rey Lobo.

Si bien entregar la mitad de los activos de su familia era un castigo severo, era mejor que lo que los Miller y los Crestfall de la capital habían sufrido.

“Haré los arreglos necesarios cuando regrese y se los entregaré de inmediato”.

Dexter por fin se dio cuenta de por qué Sumeria se había convertido en la zona cero de múltiples incidentes y por qué las familias ricas de la capital siempre tenían problemas en Sumeria. ¡Esto era porque había alguien extremadamente poderoso en ese lugar!

“Y el Complejo Nebulosa”, añadió Andrius.

“¡Sí, sí, claro, el Complejo Nebulosa!”.

“No lo olvides”. Andrius cambió su tono para incluir un sentido de advertencia. “Sumeria le da la bienvenida a todos los que quieren hacer negocios, pero deben seguir las leyes y las reglas del juego. Sería un suicidio si alguien intenta romperlas, intenta perturbar el orden o tiene malas intenciones contra alguien de la localidad”.

Cuando las palabras de Andrius dejaron de sonar, la fría intención de este rodearon a Dexter por completo y congelaron su corazón hasta hacerlo temblar.

“¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”. Dexter asintió con la cabeza una y otra vez y dijo apresuradamente: “¡Recordaré lo que dijo hoy, Rey Lobo!”.

“Fuera de aquí”, bramó Andrius y no dijo nada más.

“¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”.

Padre e hijo se levantaron de inmediato, pero sus piernas estaban débiles por estar arrodillados y casi se caen de nuevo. Por suerte, fueron capaces de ayudarse unos a otros para recuperar su balance y ahorrarse más vergüenza.

Tan pronto como salieron del Jardín Real, Dexter le advirtió a su hijo con un tono serio: “Hijo, debes abandonar Sumeria tan pronto como puedas. ¡Hazlo ahora!”.

“Eh…”. Peter se quedó con la mente en blanco por un momento antes de decir con mala gana: “Padre, Simon-Tooke nos prometió que desarrollaríamos Sumeria junto a ellos y acabamos de llegar…”.

“¡Y una mierda con ese desarrollo!”. Dexter perdió la paciencia e interrumpió a su tonto hijo antes de que pudiera terminar. Luego rugió: “¿Has perdido la maldita cabeza? ¿Cómo terminaste siendo tan estúpido? ¿Crees realmente que Simon-Tooke tiene una oportunidad con el Rey Lobo en Sumeria?”.