La Esposa de Lobo romance Capítulo 327

Entonces, Andrius chasqueó el dedo.

Varias agujas plateadas, tan finas como un mechón de pelo, se dispararon al cuerpo de Louis.

Louis tuvo un mal presentimiento. Instintivamente preguntó: "¿Q-qué me hiciste?".

"Pronto lo sabrás". Andrius sonrió significativamente.

"¡Aaaaaargh!".

En el siguiente momento, Louis gritó insoportablemente. Sintió un picor terrible por todo su cuerpo, y no era en la piel. ¡Venía de sus órganos! ¡De lo más profundo de su cuerpo!

Sintió como si diez mil hormigas le picaran por dentro.

"¡Aaaaaaargh!".

Louis trató de rascarse, pero no había forma de llegar al interior de su cuerpo. Se retorció y se tiró al suelo.

Sus amigos estaban horrorizados y se quedaron sin palabras ni acciones.

¡Pum!

¡Pum!

¡Pum!

De pronto, Louis comenzó a golpearse la cabeza contra la pared como si eso curará el picor de su cuerpo.

Cada golpe era más fuerte y duro que el anterior. Su cabeza sangró abundantemente y de pronto disminuyó la velocidad a medida que sus ojos perdían el enfoque. Su cuerpo cayó lentamente al suelo.

La severa conmoción de los golpes lo dejó vegetal.

En ese momento, Andrius abandonó la fábrica con El Gordo Frank, el doctor Artemis y los demás.

Mientras tanto, Dean Mitchell, el presidente de Simon-Tooke, se quedó en el Distrito de la Mansión de la Puerta de Jade mientras estaba en Sumeria.

"¿Qué dijiste? ¿Mi hijo? ¿Louis está en estado vegetativo? ¿Andrius Moonshade de la Corporación Luna Nueva?".

La llamada del hospital sorprendió a Dean con la noticia. El teléfono resbaló de su mano y cayó al suelo.

"¡Andrius Moonshade! ¡M*erda! ¡Andrius Moonshade!", gritó Dean. Lanzó un puñetazo al espejo a su lado, rompiéndolo en pedazos. "¡Te mataré! ¡Te despedazaré miembro a miembro y colgaré tu torso enfrente de la entrada de Simon-Tooke!".

Dean se recuperó ligeramente de su expresión sombría.

De hecho, no solo en Florencia, uno tiene que preparar el camino a la riqueza con una planificación meticulosa y trabajo duro en cualquier país o lugar.

Los empresarios ricos como Dean y Cloud deberían centrarse en preparar el camino que los lleva al gobernador militar y al alcalde.

"Tienes razón, Cloud".

Después de recuperar la compostura, Dean preguntó ansiosamente: "¿Tienes ya alguna idea?".

"La tengo". Cloud sonrió con confianza. "Me llegó la noticia de que la donación de la Empresa Celeste está siendo malversada por la Sociedad de los Mártires".

Dean levantó la ceja con interés. Su expresión parecía más animada que antes.

"El gobernador militar debe preocuparse mucho por las familias de los soldados fallecidos, así que la Empresa Celeste definitivamente se encargará de ello por todos los medios necesarios”.

"Si podemos usarlo a nuestro favor, podremos ganarnos el favor del gobernador militar".

Cloud y Dean intercambiaron una mirada astuta antes de sonreír con malicia.