La Esposa de Lobo romance Capítulo 342

Lideradas por Bella, todas las damas se burlaron.

Sean también se burló: "Hasta el gobernador tiene que demostrar respeto y asistir en persona cuando Simon-Tooke organiza un banquete de cumpleaños. ¿Quién crees que eres? ¿Cómo te atreves a criticar a Simon-Tooke?".

"También puedo decírtelo ahora. El propósito del banquete de hoy es atacar a la Empresa Celeste. La Empresa Celeste ya se convirtió en el blanco de la crítica pública. ¡Serán eliminados después de hoy!".

Andrius no se molestó en hablar con ellos y dijo casualmente: "Solo esperen y verán".

Entonces, Sonia y él entraron en el salón.

Los ojos de Sean estaban oscuros y codiciosos mientras miraba la elegante retirada de Sonia. "Hmm. Incluso ahora, aún te atreves a actuar con aire de superioridad delante de mí. ¡Mira y verás cómo me encargo de ti cuando caiga la Empresa Celeste!".

Cuando pensó en el exquisito y encantador cuerpo de Sonia a merced de sus caprichos, Sean no pudo evitar excitarse. ¡Ya había imaginado ese escenario cientos de veces!

Andrius y Sonia caminaron hacia el centro del gran salón y se sentaron con naturalidad en la mesa del centro.

Los demás invitados también estaban presentes.

El gran salón estaba lleno de emoción.

Pero nadie se atrevía a acercarse a hablar con Andrius y Sonia.

Todos sabían que cuando comenzara el banquete sería el momento en que la Empresa Celestial sería condenada a muerte. Por supuesto, se buscarían problemas en un momento así.

En cuanto a unir fuerzas con Simon-Tooke, una empresa financiada por extranjeros...

No había tal cosa.

El poder de Dean ya asustaba a todos.

"Exactamente. Esos cigarrillos solo se proporcionan internamente a los peces gordos regionales del ejército. La oferta ni siquiera cubre la demanda. ¿Cómo podría alguien como él fumar esos cigarrillos?".

"¿Te emborrachaste incluso antes de empezar a beber?".

"¿Por qué estás tan confundido ahora?".

Todos le regañaron en el acto.

El hombre se estremeció y solo pudo sonreír tímidamente, sin atreverse a decir otra palabra.

En ese momento, solo quedaba vacía la mesa al lado de Andrius.

También estaba en el centro de la sala. Estaba reservada especialmente para el gobernador, el capitán de los Lobos de las Sombras y algunas otras personas importantes.