La Esposa de Lobo romance Capítulo 344

Pero para disgusto de todos, Andrius siguió fumando su cigarrillo, y Sonia siguió bebiendo su té.

Era como si no tuvieran nada que ver con el asunto. Parecían completamente indiferentes y distantes.

"Maldición. Sigan fingiendo".

"¡Cuanto más tranquilos parecen, más asustados están en el fondo!".

"Siguen fingiendo. ¡No creo que puedan seguir fingiendo cuando aparezca el gobernador!".

Mucha gente estaba enfurecida.

No podían evitar susurrarse entre ellos, sus palabras llenas de calumnias contra Sonia y Andrius.

Según ellos, la indiferencia de Sonia y Andrius no era más que una falta de respeto a las grandes figuras del distrito militar y al Rey Lobo.

Cuando Cloud se sentó, solo quedaban tres asientos en la mesa central.

Uno estaba reservado para el gobernador, y los otros dos para el capitán de los Lobos de las Sombras y el Rey Lobo, que podían llegar o no.

La atención de todos se apartó también de Sonia y Andrius.

Después de todo, ¿quién se preocuparía por ellos dos?

"Siguiente...".

Cuando Dean gritó, todos los dignatarios aguantaron la respiración con anticipación. Todos sabían que el gobernador de Sumeria se acercaba. Tenían que animarse y dejar una buena impresión.

Algunas damas también aprovecharon para sacar rápidamente sus maquillajes y retocarse para intentar atraer la atención del gobernador con su belleza.

"¡Por favor, den la bienvenida al gobernador de Sumeria, el Sr. Severus Sano!".

Retumbar-

La escena se llenó inmediatamente de aplausos.

Eran como truenos y fuertes olas.

Los aplausos duraron mucho tiempo.

Ssshhhh...

Al momento, una figura alta apareció en la puerta.

Todos estaban sorprendentemente sincronizados y dejaron de aplaudir a la vez. Uno por uno, sus ojos llenos de energía y luz se fijaron en esa figura.

Qué majestuoso.

"Si me caso con el gobernador, estaré por encima de todos los demás. Nadie se atreverá a acosarme de nuevo".

"Si me caso con el gobernador, podré disfrutar de un interminable esplendor y romance como su esposa. Realmente lo estoy esperando...".

Las incontables damas parecían perder temporalmente sus capacidades mentales durante un tiempo.

¡Estaban embobadas!

¡Estaban atónitas!

¡Estaban sorprendidas!

Una por una, esperaban, fantaseaban y soñaban con que Severus se interesara por ellas. Así, se vengarían de sus enemigos y emprenderían en el camino hacia la cima de su vida.

Los dignatarios se acordaron de Sonia y Andrius, que antes estaban actuando.

Ahora, ¡había llegado el gobernador!

¿Aún se atreverían estos dos a hacerse los importantes con él cerca?

Todos se giraron para mirar a Sonia y Andrius con desdén y desprecio. Todos querían ver lo que imaginaban. Querían ver a ambos asustados hasta no poder respirar. Querían verlos esconder la cabeza bajo la arena como avestruces.