La Esposa de Lobo romance Capítulo 345

Pero lo que sorprendió a todos fue que Andrius y Sonia seguían con caras serias.

¡Era como si nada del mundo les importara!

¡Uno debe seguir su corazón en todos los asuntos!

¿Qué diablos estaba pasando?

Los dignatarios no podían entenderlo.

¿Cómo podían Andrius y Sonia no estar intimidados ante el gobernador?

¿Acaso estaban locos y no comprendían la fuerza del gobernador?

¡Tampoco era eso!

Con la astucia de Sonia, era imposible que no supiera qué significaba el gobernador.

Estaban estupefactos y desconcertados.

Muchos dignatarios sacudieron la cabeza y volvieron a apartar la mirada porque el gobernador había entrado en el gran salón y había llegado a la mesa central.

En ese momento, era el único foco de atención del gran salón.

En cuanto a Sonia y Andrius, pasarían a la historia cuando el banquete terminara. No era necesario prestar atención a los pensamientos de personas que iban a morir.

"¡Señor Sano!".

Con una gran sonrisa en el rostro, Dean sacó de un lado una gran caja de brocado y se la presentó respetuosamente a Severus.

"Estos son algunos tesoros que traje del otro lado del océano. Por favor, acéptelos, Señor Sano".

Tsk.

Muchos dignatarios chasquearon la lengua en secreto.

Como el protagonista de hoy, casi todos los dignatarios del Estado del Río Este trataron de ganarse el favor de Dean. Todos esperaban tener una buena relación con él.

Entonces, lo utilizarían como un puente para conectarse con el gobernador y el Rey Lobo. Por eso, todos los dignatarios trajeron regalos sinceros a Dean.

Pero parecía que había un límite para lo impresionante que era Dean. Ante Severus, no tuvo más opción que dejar a un lado su orgullo y entregarle a Severus un regalo delante de todos los dignatarios.

Claro que no era un simple acto de dar un regalo. Era él demostrándole su sinceridad a Severus y tratando de atraer a éste a su lado.

Severus miró la lujosa caja de brocado. No lo rechazó, pero tampoco lo cogió.

Una extraña sonrisa apareció en la comisura de sus labios y dijo significativamente: "Señor Mitchell, hoy cumple sesenta años. Hoy usted es el protagonista. Sería inapropiado que viniera aquí y aceptara un regalo".

"Además, siguiendo la etiqueta de Florencia, también le he preparado un generoso regalo".

Era un símbolo.

Era una fe.

Él era el pilar de Florencia.

¡Él era la gran muralla que ha resistido durante miles de años y nunca ha caído!

¡Swoosh!

En ese momento, todos los invitados se levantaron. Tenían una expresión solemne y les brillaban los ojos. Todos miraban en la dirección de la entrada, queriendo dar al Rey Lobo la mayor forma de respeto.

Atreverse a quedarse sentado en un momento como este era una gran falta de respeto al Rey Lobo. ¡Era un pecado imperdonable!

Todos se levantaron excepto Sonia y Andrius.

Claro que, obviamente, nadie les prestaba atención.

"El Rey Lobo...". Dean estaba tan emocionado que su corazón latía con fuerza. Inmediatamente dijo: "¡Ya que el Rey Lobo viene en persona, deberíamos salir a saludarlo o seremos muy groseros!".

Después de decir eso, Dean se preparó para guiar a Cloud, Terrence, Allen y los demás para salir a recibir al Rey Lobo.

"No es necesario." Severus se quedó ahí parado. La extraña sonrisa que tenía se profundizó. "El Rey Lobo llegó hace tiempo".