La Esposa de Lobo romance Capítulo 348

La multitud estaba en silencio.

Todos esperaban al Rey Lobo antes de que se anunciara su identidad.

Ahora que se anunció, todos tenían miedo, especialmente Sean, Bella y los otros que habían despreciado a Andrius y se habían burlado de él. Además de ellos estaban Dean y su gente.

Andrius era el Rey Lobo.

El Rey Lobo era Andrius.

Eso era...

Dios les jugó la broma más grande. También fue la broma más inaceptable.

Todos se lamentaron. Arrepentidos, rezaron intensamente. Rezaron para que Dios les ayudará a superar este momento difícil de una vez.

"Chicos...". Andrius habló lentamente, rompiendo el silencio.

Sus ojos penetrantes miraron alrededor y finalmente se fijaron en Dean y los demás. Con una vaga sonrisa, dijo: "¿No quisieron conocerme siempre? Trataron todo lo posible de conocerme. Ahora estoy delante de ustedes. ¿Por qué no hablan?".

Andrius entrecerró ligeramente los ojos al decir esas palabras, y un aura tenue pero severo apareció en su mirada.

¡Pum!

¡Pum!

¡Pum!

Apenas habló, Dean, Cloud y los demás no pudieron sostener más sus temblorosos cuerpos y cayeron de rodillas.

Pero nadie se atrevió a hablar ni a levantar la mirada.

Así de dominante era el Rey Lobo.

Con solo una mirada... Con solo una oración...

Dean, que estaba en la cima de su poder, y Cloud, el presidente de la Sociedad de Mártires, inclinaron sus cabezas y no se atrevieron a respirar en voz alta.

¡Chas!

Andrius estaba sentado en el escenario, mirando a la multitud. Una fría sonrisa apareció en la comisura de sus labios mientras chasqueaba los dedos.

Retumba...

Un gran grupo de personas entró de repente.

La persona que lideraba el grupo era el capitán de los Lobos de las Sombras, ¡Noir!

Detrás de él estaba un grupo de soldados de élite, armados e imponentes. Cuando entraron, los soldados levantaron de inmediato sus armas y apuntaron con el arma a todos los presentes, ¡incluido Dean!

¡Clac!

Ssshhhh

Cloud soltó un grito miserable. En su cabeza se abrió un agujero sangriento y cayó al suelo, muriendo en el acto.

Fsssshh...

Crsssh, crsssh, crsssh.

La muerte de Cloud hizo temblar inmediatamente a los demás.

Dean ya se había meado encima.

Cloud...

El presidente de la Sociedad de los Mártires fue ejecutado sin dudar.

¿Cómo podía él, un empresario extranjero, ser perdonado?

"Lobo... ¡Rey Lobo!".

Dean levantó la mirada y suplicó. "Estoy dispuesto a abandonar Sumeria. ¡No volveré nunca más! Nunca volveré a pensar en la Corporación Luna Nueva y en la Empresa Celeste".

"Por favor, tengan misericordia...".

Mientras hablaba, el hombre de sesenta años seguía arrastrándose por el suelo.

Pum.