La Esposa de Lobo romance Capítulo 349

¡Pum, pum!

¡Pum, pum, pum!

Cada sonido era más fuerte y potente que el anterior.

Enseguida, su frente estaba sangrienta.

"¿Quieres irte ya?". Andrius entrecerró los ojos y resopló con frialdad. "¿No crees que es muy tarde?".

Dio una fría orden: "A partir de ahora, Simon-Tooke debe desaparecer por completo del territorio de Florencia sin llevarse ni un centavo. De lo contrario…”.

Miró al anciano en el suelo. "¡Te quedarás en Florencia para siempre!".

Cuando Simon-Tooke estaba en Florencia, aplastaron a otras empresas con engaños y las anexaron.

Estas ganancias no merecidas...

Obviamente, no se le podía permitir llevárselas. ¡Tenía que devolver todo lo que se llevó!

La orden de Andrius no se consideraba robo forzado. Todo era rastreable.

"Y-yo...".

Dean de repente se desesperó.

La cantidad de bienes que Simon-Tooke tenía en Florencia podía considerarse aterradora.

Pero ahora...

Un mal movimiento, y lo perdía todo. Todos esos años operando y todas las ganancias acumuladas en esos años...

Al final, todo estalló como una burbuja, y otras personas se beneficiaron en su lugar.

Pero, ¿qué podía hacer Dean?

¡Si no se iba, moriría!

"¡Está bien!". Dean prometió con amargura, como si le hubieran vaciado el alma.

"Recuerda". Andrius se levantó, lo miró con condescendencia y dijo fríamente: "No quiero ver ningún bien de Simon-Tooke en Florencia después de la medianoche de hoy".

"Si no... Ya sabes las consecuencias".

Después de decir eso fríamente, Andrius y Sonia se fueron juntos.

Al salir, pasaron junto a la mesa de Sean y Bella.

Andrius se detuvo, inclinó ligeramente la boca y dijo con desdén: "Se dice que la ignorancia es felicidad. Ustedes... ¡No son más que ranas en un pozo, pájaros en una jaula!".

"Estáis inmersos en su mundo de arrogancia pero creen que pueden ver a través de todo. ¡Son complacientes y engreídos! Lo que no saben es que no son diferentes de los payasos, burlándose de sí mismos ante el mundo".

Después de decir eso, Andrius y Sonia se fueron sin mirar atrás.