La Esposa de Lobo romance Capítulo 353

”¡Voy de inmediato!”.

Andrius perdió las ganas de seguir bebiendo.

Noir se levantó también, tomó las llaves de un supercoche y llevó a Andrius a la Empresa Celeste.

Mientras tanto, en la oficina de Sonia, Norman caminaba de un lado a otro con expresión de preocupación. Parecía más viejo y cansado que antes. Algo debía estar estresándolo. Aparte de él había una anciana que se veía igual de cansada. Se trataba de su esposa, Mary Houser.

“¡S-señor!”.

Tan pronto Andrius entró, la pareja anciana se arrodilló ante él. “¡Señor, por favor, sálvenos! ¡Salve a nuestra nieta!”.

“¡Salve a Snow! ¡Podemos pagarle un millón de dólares, pero sálvela, por favor!”.

Andrius les agarró los brazos con fuerza de inmediato. “Señor Houser, ¿qué ocurrió? Cálmese y explíqueme lo ocurrido. Le aseguro que lo ayudaré”.

Con preocupación, Norman miró a Andrius y dijo: “Nuestra nieta, Snow, acaba de completar su maestría y consiguió un trabajo, pero…”.

“¡El subgerente de la compañía es un monstruo! ¡Tiene casi 50 años, pero acosó sexualmente a Snow!”.

Norman estaba furioso cuando explicó lo que le había ocurrido a su nieta. Apretó los puños que estaban escondidos por sus mangas con tanta fuerza que sus venas resaltaban.

“El subgerente trató de forzar a Snow a volverse su amante y le puso las cosas difíciles en el trabajo. Siempre se mete con ella y le confiscó su identificación de estudiante y sus certificados para evitar que renuncie”.

“Ahora que no tiene su identificación y sus certificados, incluso si renuncia, no tendrá credenciales y no podrá conseguir un trabajo en otro lado. Si se queda en ese lugar, estará trabajando en un ambiente peligroso en donde no le pagan su salario”.

“Snow intentó denunciarlo, pero ese monstruo la amenazó diciéndole que vendría tras nosotros si lo hacía…”.

Los ojos de Norman se llenaron de lágrimas. “Snow está sufriendo una fuerte depresión y ha intentado cortarse la muñeca esta mañana para terminar con este tormento… Alguien la encontró y la llevó al hospital. Fue entonces que el doctor nos llamó. Fue solo entonces que nos enteramos de lo que pasaba”.

El hombre ya estaba sollozando cuando terminó su explicación.

Mary, por su lado, lloraba como una madre devastada que había perdido a su hija.

“¡Por favor! ¡Salva a Snow, por favor!”.

La pareja anciana quería arrodillarse de nuevo. “Ya perdimos a nuestro hijo. Snow es todo lo que nos queda. Si ella… si ella…”.

Ninguno de los dos pudo continuar hablando bien mientras la desesperación los abrumaba.

“Yo…”. Snow lo miró de reojo y dijo con timidez: “Está bien. El subgerente Lucci es un hombre poderoso al que ninguno de los dos puede ofender. Gracias, pero le pido que se retire”.

Una expresión resentida apareció en el rostro de Snow. Ella ya había aceptado su destino.

Andrius sabía que ella no quería meterlo en problemas, pero su honorable título del Rey Lobo caería en desgracia si no podía proteger siquiera a los familiares de los soldados que habían peleado en el campo de batalla,

“No tiene de qué preocuparse, señorita Houser”, la calmó Andrius. “Puede que ese subgerente Lucci sea una figura importante, pero no le tengo miedo. Su abuelo debe estar consciente de esto”.

Snow entonces miró con preocupación a su abuelo.

Norman le asintió. No conocía la identidad real de Andrius, pero había visto a Sonia en la T.V. y fue a través de ella que llegó con Andrius. Él tenía el presentimiento de que Andrius también era alguien poderoso.

“De acuerdo, gracias”. Snow finalmente accedió a dejar que Andrius la ayudara.

Sonia entonces llevó a la pareja anciana de vuelta a casa.

Después de que le dieron el alta, Snow llevó a Andrius y a Noir a Evergreen S.A. para buscar al subgerente Lucci.