La Esposa de Lobo romance Capítulo 360

¡Fiuu!

Los ruidosos pitidos hizo que todos posaran su mirada en Andrius.

Incluso Luna encontró esto molesto.

“Tú, el de ahí”.

El guardia de seguridad notó que a pesar de que Andrius se había quitado todas las pertenencias y las había colocado en una bandeja de plástico, el escáner sonaba cuando pasaba por él. Ante esto, frunció el ceño y llevó a Andrius a un lado para darle otra revisada.

¡Biip! ¡Biiiiiip!

El escáner sonó fuertemente de nuevo.

El guardia de seguridad frunció el ceño con más fuerza. Miró a Andrius con cautela y le dijo: “Quítate el abrigo”.

Andrius siguió la orden.

El guardia de seguridad lo escaneó una tercera vez, pero el escáner siguió sonando.

“Háganlo pasar por rayos X”, dijo el capitán de seguridad cuando notó la situación.

Andrius fue llevado a una máquina más grande para un cuarto escaneo.

Cuando el monitor mostró los resultados, el guardia de seguridad detrás del escáner soltó un grito ahogado y miró a Andrius con sorpresa.

“¿Qué pasa?”, preguntó el capitán.

El guardia de seguridad dijo: “Él… él… ¡Tiene un montón de balas en su cuerpo!”.

Las palabras sorprendieron al capitán, que se movió detrás del monitor para echarle un vistazo al resultado. Tan pronto lo vio, pidió refuerzos por el walkie-talkie.

“Necesitamos refuerzos en el puesto de control. Tenemos a un sospechoso que parece peligroso y armado”.

A los ciudadanos de Florencia se les prohibía portar armas de fuego.

Andrius tenía una docena de balas y metrallas en su cuerpo, lo que lo convertía en una persona peligrosa.

La seguridad en la estación de tren era sorpresivamente estricta.

Otro grupo de guardias de seguridad llegó solo media hora después de la solicitud de refuerzos del capitán. Todos los guardias de este grupo apuntaron con sus armas a Andrius.

“Me temo que tienes que acompañarnos”. El capitán fue cauteloso cuando intentó detener a Andrius.

“¡Espere!”. Luna se dio cuenta de que la situación se había salido de su control, así que se acercó e intentó explicarle al capitán de seguridad: “Señor, ¿no está malentendiendo las cosas? Él…”.

“Él tiene balas en su cuerpo”, la interrumpió el capitán. Entonces explicó: “Necesitamos conocer su identidad antes de dejarlo ir”.

Ya no era un problema de pasar por el control de seguridad.

En Florencia, había dos tipos de personas con balas en sus cuerpos: oficiales de policía y soldados, o criminales infames.

“Eh…”. Luna se quedó atónita y miró a Andrius con sorpresa.

¿El hombre pobre de las montañas tenía balas en su cuerpo?

“¿Andrius Moonshade?”.

El guardia de seguridad revisó la identificación con el sistema.

Pasaron unos segundos.

El guardia de seguridad no pudo evitar mirar fijamente con curiosidad a Andrius.

“¿Qué pasa?”, preguntó el capitán de seguridad con curiosidad.

“Él…”. El guardia de seguridad explicó: “No puedo identificarlo en el sistema”.

“He…” The security guard explained, “I can’t identify him in the system.”

Andrius se sintió impotente al instante.

Florence solía clasificar los asuntos confidenciales en tres categorías diferentes: secreto, clasificado y confidencial.

La información confidencial se clasificaba además en tres rangos diferentes: Rango S, Rango SS y Rango SSS.

La información personal de Andrius era una de las pocas de rango SSS.

Como solo había un puñado de información de rango SSS en el país que, una vez filtrada, causaría un problema de seguridad nacional, los altos mandos del ejército decidieron omitirla de las empresas de seguridad y los puestos de control comunes.

Las comisarías de policía locales, los controles de seguridad de las estaciones de tren o los aeropuertos no tenían acceso a la información de rango SSS. El sistema simplemente devolvía un resultado nulo.

“Esto…”.