La Esposa de Lobo romance Capítulo 382

Era muy fuerte.

En ese momento, incluso Rainbow tenía los ojos y la boca muy abiertos. Estaba claro que estaba sorprendida por la fuerza de Andrius. Estuvo aturdida por un buen tiempo.

¡Dax era el Amo de la Zona de Guerra del Sur!

Pero fue derrotado por Andrius con solo tres movimientos...

¿Fue porque era débil?

¡No!

Era simplemente porque Andy era invencible.

"Vámonos".

Andrius palmeó el hombro de Rainbow, sacándola de su ensueño.

Luego, los dos salieron de la habitación a la vez.

En la habitación, nadie habló. No esperaban un final así.

Dax miró la espalda de Andrius, incapaz de calmarse.

Solo hasta que la silueta de Andrius desapareció completamente, abrió la boca con dificultad. "Envíen a Amadeus al hospital".

Su tono estaba lleno de desolación y abatimiento. La batalla de hoy fue un duro golpe para el Amo de la Zona de Guerra del Sur.

Los otros funcionarios de alto rango se quedaron en silencio.

"Andy, ¡eres tan genial!".

En el camino, después de salir del hotel, Rainbow giró su cuerpo para mirar a Andrius. Sus ojos estaban llenos de alegría y admiración mientras hablaba con mucha emoción.

¡Fshhh! ¡Aleteo!

Rainbow bailó e imitó los movimientos de Andrius, diciendo emocionado: "Derribaste al Amo de la Zona de Guerra del Sur con solo unos movimientos...".

"¡Eres increíble!".

Un resplandor impresionante brilló en los ojos de Rainbow.

Luna revisó la ropa de Andrius antes de que se fuera. ¿Cómo podía oler apestoso?

Levantó el puño y lo olió. Estaba muy fresco. De repente estaba confundido. "Yo no apesto. No apesto para nada".

"¡Tú...!". Rainbow se quedó aún más sin palabras. "¡No tienes ningún sentido del humor!".

Después de decir eso, le dio la espalda a Andrius, abrió la puerta de pasajeros del Mercedes-Benz y se sentó dentro.

Andrius quedó aún más confundido, pero no le dio importancia. Condujo.

Hubo silencio en todo el camino.

Después de un rato, el Mercedes-Benz entró lentamente en la Finca Kavo. Los Conery ya habían terminado de comer cuando los dos volvieron al salón.

"¡Andrius!". Luna frunció el ceño y preguntó: "Te dije que recogieras a Rainbow. ¿Por qué tardaste tanto? ¡Ya terminamos de comer! No me digas que estabas en el tráfico. Han pasado horas".

Andrius estaba a punto de inventar una excusa.

Pero Rainbow no pudo contenerse y dijo: "No lo culpes, Luna. Nos encontramos con el gobernador por el camino y cenamos con él. Por eso volvimos tarde".