Resumo de Capítulo 383 – La Esposa de Lobo por Internet
Em Capítulo 383, um capítulo marcante do aclamado romance de Urbano La Esposa de Lobo, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de La Esposa de Lobo.
¿El gobernador?
Esa palabra dejó estupefactos a todos los presentes.
Incluso Luna lanzó un par de miradas más a Andrius.
Jane no pudo evitar preguntar: "Rainbow, ¿estás diciendo la verdad? ¿Cenaste con el gobernador?".
"¡Claro, es verdad!". Rainbow contó con los dedos. "No fue solo el gobernador. También estaba...".
Justo cuando iba a mencionar a los Cuatro Grandes Dioses de la Guerra y al Amo de la Zona de Guerra, Dax, para presumir, de repente sintió un aura fría.
Levantó la mirada y encontró a Andrius mirándola fijamente.
Rainbow rápidamente cerró la boca.
"¿También estaba?". Jane tenía curiosidad y quería llegar al fondo del asunto.
"También estaba...". Rainbow no tuvo más opción que decir: "La secretaria del gobernador, el chofer...".
"Ah... ". Jane finalmente se calmó, pero aún estaba conmocionada.
El gobernador...
¡Él era el líder del Estado del Río Este! Cuando él hablaba, todo el Estado del Río Este temblaba.
Pero Andrius comía en la misma mesa que él.
Jane no pudo evitar preguntar: "Andrius, ¿conoces al gobernador?".
Todos en el Conerys miraron a Andrius, incluso Luna. Todos esperaban su respuesta.
"Sí, le conozco". Andrius asintió y se inventó una historia. "Cuando el gobernador fue a las empobrecidas áreas montañosas de la región occidental para brindar ayuda, su coche no podía andar por los caminos de barro. Lo llevé en un tractor por un tiempo”.
"Esta vez, el gobernador supo que estaba en la capital, así que me invitó a comer y me preguntó por el desarrollo de mi ciudad natal".
Eso fue lo que dijo.
Rainbow quería reírse, pero logró contenerse.
En cambio, Jane y los demás creyeron lo que dijo y se dejaron engañar por él. Todos soltaron un suspiro por alguna razón. La expectativa y la emoción en sus rostros desaparecieron poco a poco.
Qué pena.
Si Andrius de verdad tuviera una relación con el gobernador, los Conery podrían revivir en unos minutos.
Por desgracia, no había ningún "si".
Aún así, este asunto continuaba en boca de todos.
"Andrius". Luna llamó a Andrius y le dijo mientras caminaba hacia afuera: "Acompáñame al mercado nocturno".
"He oído que la capital es más bonita a las nueve de la noche, con luces de neón parpadeando, las luces de miles de hogares y la luna junto al río...".
"También puedes comprar algunos regalos. Envuelvelos bien y dáselos a la abuela en su cumpleaños".
Andrius no tuvo objeciones.
La Avenida del Tesoro era donde vendían los ingredientes medicinales en la capital.
Los dos fueron directamente a una de las tiendas más grandes y magníficas.
"¿Qué desea comprar, Señorita?". Una hermosa empleada se acercó inmediatamente para atenderlos.
"Quiero comprar ginseng. Lo mejor es que sea ginseng silvestre un poco envejecido", expuso Luna sus requerimientos.
Luna mostró una expresión de satisfacción al verla.
La empleada se percató de la reacción de Luna y sonrió levemente. Luego, abrió la caja con cuidado y dijo: "Señorita, no dejaré la caja abierta mucho tiempo para que no se pierda energía espiritual. Por favor, examínelo cuidadosamente más tarde".
Luna se emocionó aún más al ver la seriedad de la empleada. Asintió y dijo: "Está bien".
"Míralo bien".
La empleada se puso un par de guantes y abrió la caja.
Dentro había un gran ginseng silvestre. Su aspecto era regordete, tenía raíces bien desarrolladas y un aroma que invadía el aire. Al instante conquistó el corazón de Luna.
"Señorita...". La empleada presumió: "Es un ginseng silvestre de 30 años. Lo descubrió el equipo de cazadores de tesoros de nuestra tienda tras recorrer las montañas durante más de 60 días. Su valor es incalculable. Es de primera categoría tanto si se usa como regalo como para nutrir el cuerpo".
Luna no podía despegar los ojos del ginseng. Al oír las palabras de la empleada, su emoción aumentó aún más. Inmediatamente se sintió tentada y preguntó: "¿Cuánto cuesta este ginseng?".
La empleada levantó cinco dedos.
"¿5-500,000?".
"No". La empleada sacudió la cabeza y dijo con seriedad: "Cinco millones".
¡Un solo ginseng por cinco millones!
Luna no pudo evitar sorprenderse.
Pero cinco millones seguían siendo accesibles para ella. Además, mientras pudiera arreglar su relación con la familia de su abuela, valía la pena pagar los cinco millones.
Luna consideró los pros y los contras, apretó los dientes y sacó su tarjeta de crédito.
"¡Espera!". Andrius la detuvo. Cuando ella lo miró confundida, él dijo con calma: "Este ginseng es falso. No te dejes engañar".
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