La Esposa de Lobo romance Capítulo 388

En cuanto salió de la sala de interrogatorios, un cañón oscuro fue presionado contra su frente.

¡Eran verdaderos tanques blindados!

Incluso una fortaleza indestructible solo necesitaba un disparo de ese tanque para caer.

Tucker estaba aterrorizado y no se atrevió a moverse. Giró los ojos para mirar.

Vio tropas en motocicletas y luces parpadeantes a los lados, y en la retaguardia había incontables soldados hasta donde llegaba la vista.

¡Todos iban armados hasta los dientes!

¡Zas!

Entonces, alguien bajó del tanque del centro y caminó hacia él de forma imponente. El hombre tenía un aspecto majestuoso y una mirada feroz. No era nada menos que el Amo de la Zona de Guerra del Sur, ¡Dax Wimbleton!

Tucker ya estaba muerto de miedo.

Por muy tonto que fuera, ahora comprendía que la llamada de Andrius no era una broma. Era real. ¡Su estatus e identidad debían ser aterradoras!

¡Pum!

Al momento siguiente, Tucker ya no podía mantenerse de pie. Se arrodilló en el suelo y tembló mientras se arrastraba hacia Andrius.

"¡Me equivoqué, señor!". Tucker se arrastró y dijo con rostro apenado: "Estaba ciego y lo ofendí. Por favor, perdóneme. Soy culpable. ¡Me arrepentiré!".

"¡Señor, a partir de hoy, definitivamente pasaré página y empezaré de nuevo!".

Tucker seguía golpeándose la cabeza contra el suelo mientras hablaba, enrojeciendo rápidamente su frente.

"Señor...".

"¡Por favor, perdónenos, Señor!".

"Por favor. Tenga piedad con nosotros esta vez, Señor...".

Todos los oficiales involucrados en la operación también se arrodillaron ante Andrius.

"Uf...".

Dax estaba furioso. ¡Estaba tan enojado que le dolía todo el cuerpo!

No pudo evitar responder: "No creo que todo el mundo en la región occidental sea élite. ¡No creo que no haya perdedores inútiles como ellos!".

La administración de la Zona de Guerra del Sur siempre fue un problema difícil. Dax consideraba que estaba haciendo un buen trabajo, así que estaba muy disgustado.

"¡Ahora no hay ninguno!". Andrius sonrió aún más. "Había antes, pero... los maté a todos".

Después de decir eso, se dio la vuelta y se fue.

Dax quedó atónito al instante después de escuchar esas palabras. Se quedó donde estaba, sin saber qué responder.

Cuando volvió a sus sentidos, Andrius ya se había alejado varios metros.

Dax gritó rápidamente: "¡Espera!".

Andrius paró y giró ligeramente el cuerpo. "Si estás enojado, entonces podemos pelear. Deja de decir tonterías".