La Esposa de Lobo romance Capítulo 42

Todos se giraron y vieron al Gordo Frank de pie.

Como si Angel viera una luz de esperanza, gritó: "¡Gordo Frank, sálvame!".

"¡¿Qué vas a hacer, Gordo?!". Lothar enlazó sus dedos y los hizo crujir. Los fuertes crujidos de las articulaciones de sus dedos hizo que el Gordo Frank se estremeciera.

"Lothar, hablemos". El Gordo Frank se atrevió a negociar con ese hombre. Se acercó a él con expresión aduladora y le dijo: "Todos somos de la Corporación Luna Nueva. Podemos pagar..."

"¿Y si no quiero su dinero? Solo la quiero hoy", Lothar dijo.

La expresión del Gordo Frank se tornó amarga. "Lothar, por favor...".

¡Pum!

Lothar le dio una patada en el estómago del Gordo Frank.

El cuerpo de cien kilos del Gordo Frank salió volando como un muñeco de trapo, estrellándose contra la mesa. La mesa que aparentaba ser robusta se rompió en pedazos con el impacto.

El Gordo Frank le costó levantarse mientras tosía sangre por la boca.

Lothar no se contuvo en absoluto con su patada. Si el Gordo Frank hubiera estado más delgado, la hemorragia habría sido la punta del iceberg.

Se limpió la sangre de los labios y tosió ferozmente. "Si sueltas a Angel, puedes darme la paliza que quieras".

¡Pum!

Lothar pateó al Gordo Frank una vez más.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

No importaba cuántas veces Lothar le diera patadas y puñetazos, el Gordo Frank se negaba a quedarse en el suelo.

Lothar se frotó los nudillos ardiendo y gritó: "Pedazo de m*erda, eres bastante resistente considerando tu tamaño".

Con eso, tomó la silla de madera de un lado y estaba a punto de aplastarla contra la cabeza del Gordo Frank.

De repente, otra voz en la habitación habló: "¿Terminaste?".

La mano de Lothar que sujetaba la silla se congeló en el aire. Se dio la vuelta para mirar a su alrededor y siguió el origen de la voz.

¡El tipo aparentemente tranquilo y amable acababa de romperle el brazo al hombre de Lothar!

Si los atacaba, nadie podría con su fuerza.

Al ver el brazo herido de su hombre, la expresión desdeñosa de Lothar fue reemplazada por un ceño serio. Entrecerró los ojos en la dirección para ver quién era la persona, pero la penumbra del ambiente le impedía ver con claridad.

Se acercó a Andrius y le dijo: "¡Enciende las luces! ¡Quiero ver bien la cara de este b*stardo!".

¡Clic!

Se encendieron todas las luces y, de repente, todo en la habitación estaba claro como el cristal. Andrius estaba sentado en la silla y Lothar por fin pudo verle la cara.

Los hombres de Lothar estaban furiosos. "¡Pedazo de m*erda! ¿Cómo te atreves a sentarte cuando Lothar está en la habitación? ¡Agárrenlo!".

Sin embargo, justo antes que los hombres de Lothar pudieran tocar a Andrius, se oyó un fuerte golpe por detrás.

Los hombres se dieron la vuelta inmediatamente.