La Esposa de Lobo romance Capítulo 426

Antes de que los soldados pudieran responder, Andrius gritó: "Soy el Rey Lobo de la Zona de Guerra del Oeste. Dile al Amo de la Zona de Guerra del Norte, Caestus Rembrandt, que salga ya. Si no lo veo en 30 segundos, ¡no me culpes por empezar una masacre!".

¿¡El Rey Lobo!?

Aunque los soldados eran de la Zona de Guerra del Norte, el nombre también los intimidó. Todos ellos estaban conmocionados.

"¡Rey Lobo, por favor espere!".

Los soldados informaron la situación a sus superiores.

Quince segundos después, una persona llegó corriendo desde lejos.

Después de pasar entre los soldados, el hombre apareció ante Andrius. El hombre medía alrededor de 5'5 de altura, parecía un poco delgado, pero su uniforme holgado ocultaba su cuerpo en forma y musculoso. Sus ojos eran tan agudos como los de un halcón, tanto que su mirada intimidaba.

Si alguien lo despreciaba por su altura, pagaría un precio terrible.

Era el Amo de la Zona de Guerra del Norte, Caestus Rembrandt.

Era evidente que no era una persona ordinaria, su presencia contenía poder y presión.

"¡Caestus Rembrandt!". Andrius entrecerró los ojos, pero no ocultó la rabia ardiente que había en ellos. "¡Dame una buena razón de por qué estás aquí, o esto no acabará bien! ¡No me vengas con tonterías! Deberías saber quién es para mí la persona que vive en el Monte del Tigre Dragón".

Caestus era un Amo de la Zona de Guerra.

En cuanto a estatus, aunque Andrius era el Rey Lobo y también el Amo de la Zona de Guerra del Oeste, ambos tenían el mismo poder y autoridad.

Andrius interrogándolo en voz alta delante de sus soldados solo alimentó su rabia.

"¡Andrius Moonshade! ¡Cualquiera que incumpla la ley será castigado por la propia ley! Eso significa...".

"¡Cállate!". Andrius lo detuvo sin la menor cortesía. "Déjame preguntarte. Si el Emperador en Kiyoto de verdad incumpliera la ley, ¿llevarías allí a tus hombres para arrestarlo?".

Caestus fue silenciado.

El Emperador era de la realeza, no un criminal al que pudiera arrestar sin importar las circunstancias. Solo buscaba una excusa para discutir con Andrius.